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Carlos Urdiales

Es Morena

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Rumbo a la candidatura de Morena a la presidencia nada está en el aire, el plan C es la decisión política más trascendente de Andrés Manuel López Obrador.

Elegirá sucesora, le designará compañeros de viaje y encargo en el Congreso y quizá hasta en la Ciudad de México. Además, la herencia estará condicionada a la revocación de mandato en 2027.

A diferencia de la marca AMLO, el Presidente supo construir un membrete más capaz que todos los personajes juntos en su entorno.

Ahora no hay líder moral más potente que él y su partido. Nadie, excepto él, se impone, sea por justicia o méritos.

Son Morena y la imagen de AMLO las que ganan elecciones. Lo supo Delfina, lo sabe Claudia, Monreal y Adán Augusto. No se hacen bolas.

Incluso los negativos sobre el inquilino de Palacio Nacional no superan a los del PRI, al tándem PRIAN o al agonizante PRD. Por eso es, que juntos, necesitan a una externa como Xóchitl, más que a una sorprendente, pero orgánicamente tricolor, Beatriz Paredes.

La probabilidad de triunfo para la inesperada Gálvez tendrá que construirse sobre la marcha y con las circunstancias que se presenten hasta el 2 de junio del próximo año. Su basa es la esperanza.

Marcelo en MC es similar a Samuel García o Luis Donaldo Colosio en preferencias de voto. Su valor electoral fuera del partido presidencial, no es mayor al de Xóchitl Gálvez en el frente opositor.

Es más, el fenómeno X sí ofrece mejor desempeño a los naranjas que el de sus jóvenes prospectos norteños.

Especular sobre el futuro de Ebrard cuando la encuesta apunte ganadora, es asumir que el excanciller cree que su nombre fuera de Morena vale lo mismo. Y no.

Las encuestas, gusten o disgusten a Marcelo coinciden: Sólo Claudia Sheinbaum y él, dan al partido en el poder una relativa certeza de triunfo al inicio del proceso. Pero justo en ese orden.

Claudia suma más. Eso junto con la férrea voluntad presidencial, inclinan la balanza de la encuesta. Sheinbaum hizo campaña en pos de la coordinación para la defensa de la 4T con y para quien tenía que hacerla, el gran elector.

El excanciller fue por los electores, tras los que no son afines a Morena y los consiguió. La prueba de lealtad y compromiso con su líder no fue superada, a pesar de haberse expuesto al ofrecer un ministerio de la 4T al hijo del Presidente.

Tampoco le sumó un círculo de colaboradores afines a otros membretes y a otros tiempos, en lugar de gente igualmente talentosa, pero leal al movimiento. La búsqueda del centro político en tiempos de radicalismo ideológico, lo han sentenciado.

El viernes desde Campeche el Presidente ofrecerá su último informe de Gobierno, antes de que el final de su sexenio comience a partir de una nominación y dos campañas.