Recuperación económica, fe y esperanza

Desde Mérida el Presidente López Obrador confió tener “fe y esperanza” en la pronta reactivación de la economía nacional. Devoto de la fortuna afirmó que si bien nos va la pandemia dejará menos de un millón de empleos perdidos en el país. Pero entre la fe del mandatario y los datos de su Gobierno, algo no cuadra.

La Secretaría del Trabajo informó que en marzo se perdieron 198 mil empleos, en abril otros 555 mil. Falta todavía la información correspondiente a mayo y lo peor vendrá en junio, según vaticinó el propio AMLO. Antes, el Inegi a través de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) documentó que 12 millones de personas dejaron de tener actividad económica a causa de la pandemia de Covid-19 entre marzo y mayo. Y falta junio.

Banco de México pronosticó hace una semana que la contracción económica será de menos 8.8 por ciento con la pérdida de hasta 1 millón 400 mil empleos formales. Hace tres días, el subgobernador Jonathan Heath, recordó: “Dije que era muy probable que se perdiera más empleo informal que formal. La ETOE confirma que en abril se perdieron 2.1 millones de empleos formales versus 10.4 millones de informales”.

Para el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, la recuperación de la economía nacional tras la crisis provocada por la emergencia sanitaria será asimétrica, no será una “V” ni una “U”, será algo semejante a una “palomita”, con un descenso pronunciado y rápido para luego ascender de manera gradual y sostenida. Para 2021, los mejores pronósticos señalan un crecimiento del PIB de 2 por ciento.

A través de un video, Arturo Herrera destacó que esta coyuntura demanda de los ciudadanos gran disciplina y racionalidad en el manejo del dinero, mientras que a la administración federal corresponde actuar con oportunidad para generar empleos y reactivar sectores como el automotriz, construcción y minería.

Sin embargo, fuera del Gobierno la perspectiva es menos optimista. Datos de cámaras mercantiles y asociaciones empresariales alertan una devastación histórica de micros, pequeñas y medianas empresas. Desde la Coparmex se insiste en que la vacuna contra el desempleo se llama salario solidario, una convención entre patrones, trabajadores y Gobierno para aportar cada uno la tercera parte de los sueldos más bajos para así preservarlos.

El Gobierno de López Obrador rechaza la iniciativa y apuesta a mecanismos de asistencia social en vez de estímulos productivos. López Obrador se opone a mecánicas híbridas, prefiere hacer lo que a su juicio le toca al Gobierno y que los negocios velen por sí mismos.

Antier fue el día de más contagios en 24 horas con 3 mil 890 nuevos casos y 470 defunciones para rozar ya las 11 mil muertes por Covid-19. Ni fe ni esperanza han podido cuadrar las contradicciones del doctor López-Gatell, estimaciones y proyecciones desmentidas por la realidad.