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Daniel Alonso

Bella Napoli

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Esta ciudad no es eterna ni tampoco puede presumir de ser la Capital de la Moda; tampoco es la sede de los deliciosos chocolates en forma de conejito y no cuenta con paseos románticos en góndola. Más bien, su reputación está por los suelos y está asociada a la mafia, drogas, pobreza y desempleo. Pero en medio de la desesperanza, entre callejones, tendederos y altares a una deidad de carne y hueso, se escucha un cántico en bello italiano:

“Un giorno all´improvviso, mi inamorai di te. Il cuore mi batteva, non chiedermi il perché. Di tempo ne é passato, ma sono ancora qua. E oggi come allora, difendo la cittá, ale, ale, ale”. Un cántico que retrata los sentimientos más profundos del pueblo napolitano, su identidad y su lugar en una tierra de la que parece no formar parte de Italia. Su amado equipo es el escudo y lanza que tienen en una batalla cultural en la que siempre han sido menospreciados, salvo en dos ocasiones:

La primera, cuando un Diego Maradona aterrizó en sus tierras, en busca de un lugar en el mundo y terminó por derrocar estereotipos e ideologías con dos scudettos, una Copa UEFA, una Copa Italia y una Supercopa. La historia del club del sur de Italia no puede contarse sin Maradona y la del astro argentino tampoco puede entenderse sin esos años de gloria que vivió en el país de la bota.

La segunda ocasión es la que actualmente escribe el club napolitano de la mano de jugadores como Politano, Victor Osimhen, Zielinski, Di Lorenzo e Hirving Lozano. Del mexicano existía gran expectación tras convertirse en el fichaje más caro en la historia del club, en términos generales no ha sido mala ni sobresaliente su estadía en Nápoles, pero al menos en esta temporada, ha cumplido con el rol que le ha dado Luciano Spalletti y la propia afición lo ha recibido con mucho cariño tras vencer a la Juventus en Turín; así que El Chucky formará parte del tercer scudetto y pase lo que pase con su futuro al término de esta temporada, su nombre quedará grabado en la historia.

Han pasado 33 años desde el último título del Napoli, pero el tercer título de la Societá Sportiva Calcio Napoli ya se saborea en todos los barrios de aquella ciudad; únicamente deben derrotar a la Salernitana de Memo Ochoa y esperar que el domingo el Inter haga la tarea de vencer a la Lazio, y si no es esta jornada, será la próxima, es cuestión de tiempo. Curiosamente, el club napolitano consiguió su primer título inmediatamente después que Argentina ganara la Copa del Mundo en México 86 y ahora, nuevamente lo hará después de que la albiceleste con el Messi “Maradoniano” alzara el título mundial. Casualidad o destino, Maradona y Nápoles son almas gemelas.

Si las celebraciones en Argentina por el título mundial asombraron a propios y extraños, bueno, hay que prepararse para lo que se vivirá este domingo en el corazón del calcio, en una ciudad que no es de glamur, ni de la última moda ni de arte renacentista, simplemente, es Nápoles, la ciudad que fue fundada por el Diego y que el próximo domingo los tifosi no pararán de cantar con el orgullo intacto: “Un día de repente, me enamoré de ti. Mi corazón está latiendo, no preguntes por qué. El tiempo ha pasado, y yo aún sigo aquí. Y ahora como entonces, defiendo la Ciudad, ale ale ale, ale, ale”.