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Daniel Alonso

Destino final: Miami

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Me encantaría presumir que esta columna es sobre el destino de mis próximas vacaciones; pero no, en realidad va en relación con un objetivo que el beisbol mexicano debe tener grabado en la mente: llegar a las finales del Mundial. Porque esta noche, en punto de las 23:00 horas (tiempo de la Ciudad de México) se cantará playball en la quinta edición del Clásico Mundial que se inaugurará con el enfrentamiento entre Cuba y Países Bajos en Taichung, Taiwán.

Sin los reflectores que el futbol posee, la máxima competición de selecciones nacionales ha crecido enormemente. Y para los amantes al beisbol, debe ser muy gratificante que el Rey de los deportes sigue trascendiendo fronteras y ahora con 20 naciones, entre ellas tres países que harán su presentación en sociedad: Reino Unido, República Checa y Nicaragua, se enriquecerá la reciente historia del Clásico Mundial.

Para esta nueva edición son cuatro sedes las que alberguen la ronda de grupos del certamen. El grupo A se disputará en el estadio Intercontinental de Taichung, con China Taipéi, Italia, Panamá y los países que hoy inician la justa. El estadio Tokyo Dome de la capital japonesa será sede del grupo B integrado por Corea del Sur, Australia, China, República Checa y los locales. El grupo C, en donde los mexicanos tendrán participación, se definirá en el Chase Field de Phoenix, Arizona; Colombia, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos completan el grupo. Y finalmente en el sector D, en el LoanDepot Park de Miami, las hostilidades serán cortesía de Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, Israel y Nicaragua.

La novena mexicana debuta el 11 de marzo ante su similar de Colombia, en donde el actual pitcher de los Dodgers, Julio Urías, será el encargado de comandar a nuestros compatriotas en el debut mundialista. El lanzador de Culiacán y que en 2020 se coronara como campeón de la Serie Mundial, también ha sido elegido el capitán de la escuadra mexicana. El grupo no será nada sencillo, porque ahí esta el actual campeón y máxima potencia en este deporte, Estados Unidos.

Será de la mano de Julio Urías y José Urquidy de quienes dependerá el sueño mexicano, en primer lugar, para lograr el pase a cuartos de final y estar entre los mejores ocho del mundo. En segundo plano, mejorar la participación histórica, la cual fue un sexto lugar en el ya lejano 2006, pero de acuerdo con los cruces, sería República Dominicana el rival, y los caribeños son incluso favoritos para llevarse el título este año. Misión difícil, pero no imposible.

De los 20 integrantes, clasificarán los dos mejores equipos de cada grupo. En el papel, y apegándonos exclusivamente a la historia, los que tienen prácticamente su lugar en la siguiente ronda son Estados Unidos, República Dominicana, Cuba y Japón. En segundo orden debería estar México, Corea del Sur, Países Bajos y Venezuela peleando con Puerto Rico.

En las últimas dos décadas hemos sido testigos que la MLB cada vez tiene grandes jugadores de diferentes nacionalidades, además de los elementos caribeños que siempre han figurado en Estados Unidos. Ese impulso internacional ha motivado al crecimiento del beisbol en todo el mundo. Las entradas para las semifinales y gran final que se disputarán del 19 al 21 de marzo en Miami están prácticamente agotadas. Comienza el Clásico Mundial y tiene sello de garantía, de que será espectacular.