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Daniel Alonso

The Queens

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El camino no fue fácil, pero el futbol finalmente regresó a casa. Toda Inglaterra se puso de cabeza con el triunfo de sus Leonas ante la todo poderosa Alemania. En una especie de déjà vu, el conjunto de Inglaterra venció a la escuadra alemana por dos goles a uno, en tiempos extras, en Wembley, en el último fin de semana de julio, tal como sucedió en 1966, cuando el equipo masculino derrotó a los germanos para conquistar, hasta el domingo pasado, el único trofeo que podían presumir.

En aquella ocasión, la reina Isabel II entregó al capitán del equipo, Bobby Moore, el trofeo de campeones del mundo; ayer, la monarca de 95 años, dedicó un emotivo mensaje a las ganadoras: “Es un logro significativo para todo el equipo. El campeonato y su desempeño han provocado elogios con razón. Sin embargo, su éxito va mucho más allá del trofeo que merecidamente han ganado. Todas ustedes han dado un ejemplo que será una inspiración para las niñas y mujeres de hoy y para las futuras generaciones. Espero estén tan orgullosas del impacto que han tenido en su deporte, como lo están ustedes del resultado de hoy”.

La prensa del país que reglamentó el futbol elogió con titulares, casi escritos por el propio Shakespeare, la épica de su selección; “Guion cambió, la maldición de 1966 ha terminado”, en referencia al título que la selección varonil conquistó en 1966. Evidentemente las plumas no iban a dejar pasar la oportunidad de recordarle a los hombres sus anteriores fracasos: “Son Leonas y no Leones. Cazadoras, luchadoras, y cada vez que Alemania les gritaba, respondían con un rugido”, es parte de la redacción del Daily Telegraph.

Pero el estallido de júbilo va más allá de Inglaterra; la final del domingo disputada en Wembley es una detonación para todo el futbol femenil del mundo. Históricamente ha sido la selección de Estados Unidos la que ha dominado la categoría; de los 8 mundiales disputados, en todas las ediciones, las norteamericanas están en el podio: 4 títulos, un subcampeonato y tres terceros lugares. Europa nunca se mostró muy interesado en el futbol de las mujeres; aunque Alemania siempre fue su estandarte, junto con países nórdicos como Noruega y Suecia.

Se requería de un acontecimiento que impulsara de una vez por todas al futbol europeo femenil al nivel mediático y deportivo que tiene el varonil. La Eurocopa en Inglaterra que culminó con una final soñada entre las anfitrionas y las máximas ganadoras del continente fue el deseo cumplido por todos. La cereza del pastel fue la asistencia histórica de 87 mil almas, registro histórico como la mejor entrada en todas las Euros, tanto femenil como varonil.

En ediciones anteriores, los partidos se desarrollaban en estadios de divisiones inferiores, y en las primeras ediciones, el público asistente en las finales era en ocasiones, de 12 mil aficionados. Por eso tiene mucha razón la reina Isabel II sobre el impacto que puede significar la victoria de las Leonas y el crecimiento del futbol femenil en Reino Unido y en toda Europa. La pasión con la que Chloe Kelly se despojó de su camiseta al anotar el segundo gol hizo enchinar las piel a más de uno. Con seguridad esa pasión inspirará a todo el continente, por eso el futbol felicita a la campeonas y canta al unísono: God Save the Queens.