Viejas anormalidades

La nueva normalidad es el concepto de moda por llamarlo de alguna manera. Y habrá que aceptar solemnemente que la vida cambió. Esa transformación la hemos experimentado en todas las esferas sociales y los que seguimos el futbol, ya sea como un pasatiempo, una afición, o por temas profesionales, comenzamos la asimilación desde la óptica del futbol de lo que significa este nuevo proceso.

En España, LaLiga decidió computarizar las gradas con imágenes que simulan aficionados y permiten al espectador no experimentar la sensación de vacío; en la Premier League, un DJ tiene desde su computadora la responsabilidad de ambientar las gradas con una carpeta de sonidos que incluyen abucheos, aplausos, cánticos y, por supuesto, el grito apasionado de gol. Todo esto, con la colaboración del videojuego más popular de futbol quien apoyó esta medida compartiendo su biblioteca de sonidos de estadios.

Pero el sentimiento de incertidumbre por la contingencia sanitaria ha sido tan impactante, que el regreso del futbol en las actuales condiciones futuristas resulta un alivio o al menos un poco de consuelo para mucha gente. De hecho, en el sur de Italia, la victoria del Nápoles en la final de Copa ante la poderosa Juventus, desató un festejo multitudinario que fue severamente criticado por el director adjunto de la OMS, Ranieri Guerra, quien tachó de “desgraciados e insensatos” a dichos aficionados; pero que podían esperar después de meses de tensión. ¿Qué pasaría en nuestra ciudad si la Liga MX hubiera continuado y en una final ante el América el Cruz Azul cobrara revancha? Apuesto que varios miles hubieran acudido al Ángel de la Independencia.

El tema económico ha sido también un huracán, principalmente en aquellos países que los especialistas de la economía han bautizado como “en vías de desarrollo”, para desechar el término tercermundista. En este colectivo de naciones se encuentra nuestro país quien se ha visto severamente golpeado por la crisis económica derivada de la pandemia.

Y como el futbol es parte de esta economía, la Liga MX pretende solventar las pérdidas que significó la cancelación del Apertura 2020 con un nuevo formato de Liguilla. Al más puro estilo de la Mayor League Baseball (MLB), los equipos clasificados desde el quinto al doceavo lugar se enfrentarán en una ronda de “comodines” a un solo juego en la cancha del mejor ubicado. Los cuatro ganadores acompañarán a los primeros cuatro clasificados de la tabla general para darle vida a los cuartos de final.

Esta medida anormal, vigente por lo menos durante los próximos cuatro torneos, pretende solventar el golpe monetario con cuatro juegos extras que, en el papel, deberán ser bastante atractivos para la televisión. Hay que estar preparados para un probable campeón de menos de 20 puntos, que desde el lugar 12 pueda conquistar el título. Es así como la mediocridad seguirá siendo el motor de nuestro futbol. El mundo se transforma cada día que pasa, pero al parecer hay cosas que nunca cambiarán y una de ésas, es la ambición y creatividad de los directivos mexicanos de la Liga MX.