a

Una muestra de trabajo exitoso

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

L a coordinación entre el sector público, privado y social constituye una gran capacidad para atender y gestionar eventos masivos. Ya sea frente a eventos planeados o fortuitos, estos grupos suman sus fortalezas y trabajan en equipo logrando extraordinarios resultados.

Tenemos ejemplos emblemáticos de ello, como pudiera ser la atención frente a las consecuencias provocadas por los sismos de 1985 y 2017. La lección más importante en ellos: el trabajo en equipo, la experiencia y la planeación. La sociedad civil juega un rol relevante y protagónico en cada uno de estos procesos.

Hoy quiero concentrar estas líneas para reconocer el gran desempeño mostrado para recibir en un espacio físico a millones de personas. Un evento con varios días de duración, en los que familias de diversos puntos del país y del mundo, irrumpen en la compleja Ciudad de México para visitar a la Virgen de Guadalupe.

En este caso específico, la gran experiencia y capacidad de las estructuras de servidores públicos de las alcaldías y los estados por los que los peregrinos transitan, entre los que destacan las mujeres y hombres integrantes del Gobierno de la Ciudad, permiten que alrededor de 10 millones de personas visiten sin contratiempos mayores la Basílica de Guadalupe, los días previos y posteriores al 12 de diciembre.

El operativo desplegado permite que la Ciudad de México siga funcionando con todo y la irrupción momentánea de millones de feligreses, que realizan su traslado por carreteras y vialidades que conectan y atraviesan la Ciudad, visitan el templo, pernoctan en la zona y vuelven a sus comunidades de origen.

El Gobierno de la Ciudad de México, en coordinación con el Gobierno federal y los gobiernos estatales, municipales y de las alcaldías, con la colaboración de organizaciones de la sociedad civil, como la Cruz Roja y otras de corte religioso, suma esfuerzos para brindar soporte a los peregrinos que, en muchas ocasiones, en condiciones muy desfavorables, movidos por su fe, acuden a la Basílica.

Las necesidades inmediatas de los visitantes se concentran en seguridad, agua, sanitarios, gestión de residuos sólidos y atención de emergencias. Los sistemas de transporte y vialidades ajustan sus operaciones para privilegiar la movilidad segura de los feligreses; las cámaras instaladas permiten monitorear en tiempo real el proceso del evento, permitiendo tomar precauciones, hacer ajustes y, registrar y atender imprevistos; se instalan módulos móviles del Ministerio Público; se despliegan puntos de hidratación; se distribuyen en el territorio más de 70 sitios de atención médica con un protocolo especializado de traslado a los hospitales más cercanos. Su diseño se difunde a través de distintos medios de información lo que eleva su efectividad.

Más de 20 mil servidores públicos de los tres niveles de gobierno diseñan, planean y ejecutan el operativo único en su tipo a nivel mundial, por el gran número de individuos concentrados en el territorio en un periodo específico y los extraordinarios resultados que año con año brinda. La coordinación y experiencia funcionan y otorgan frutos, prueba de ello, la peregrinación exitosa que millones de personas realizan año con año.