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Primero los pobres

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Seguramente éste será uno de los grandes legados del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Por años recorrió el país –como nadie lo ha hecho– recogiendo los sentimientos de la gente, en cada ejido y colonia, haciendo suyas las preocupaciones de la gente y transformándolas en compromisos. Nadie podría regatear su congruencia; lo pensó, lo dijo y lo cumplió: primero los pobres. Así, la mayoría de sus acciones estuvieron dirigidas a mejorar la vida de los que menos tienen.

Entre el 2018 y el 2022, más de cinco millones de mexicanos abandonaron la pobreza; ese logro resulta la disminución más importante de los últimos 22 años. Los programas sociales y el crecimiento del salario mínimo —algo impensable para otros mandatarios— han resultado pilares fundamentales de la estrategia.

En ese mismo periodo, la desigualdad de los ingresos en el país disminuyó; el Banco de México mediante la utilización del coeficiente Gini (de autoría de Corrado Gini que se utiliza para medir la desigualdad comparando los salarios de los individuos), reveló que mientras en el 2018 el indicador se ubicaba en 45.7 puntos, para el 2022 disminuyó a 43.1 puntos.

Cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social expresó en días pasados que la masa salarial; es decir, la suma de remuneraciones, se incrementó en todas las entidades federativas, con excepción del estado de Morelos.

Un dato que complementa el contexto nacional es el descenso en la pobreza laboral (mismo que se define como el porcentaje de la población cuyos ingresos no le permiten adquirir los satisfactores elementales), que durante el primer trimestre del presente año, registró su tercer periodo de descenso, rompiendo así el 36 por ciento, significando que son cada vez menos los hogares mexicanos en los que el ingreso laboral resulta insuficiente para adquirir los productos de la canasta básica de alimentos. Si se compara el mismo periodo con el del año inmediato anterior, se registra una reducción de la pobreza laboral en casi dos por ciento.

Sin lugar a dudas, un sector importante de la población ha premiado al actual Gobierno por el mejoramiento en su situación económica, que además incentiva el consumo y con ello multiplica sus efectos.

En lo subsecuente, además de dar continuidad y fortalecer las políticas del bienestar, garantizando que estas mismas permitan sacar a más mexicanos de la pobreza, permitiendo así a otros recibir dichos estímulos, será necesario incrementar la calidad de los servicios públicos, especialmente los relacionados con la educación y la salud.

Por supuesto, en un país con los retos y problemas que caracterizan al nuestro, no todo está resuelto y no todo se resolverá de la noche a la mañana; sin embargo, el combate a la pobreza ha sido un éxito esperanzador. Las convicciones del Presidente de México se han reflejado en el incremento en las condiciones de bienestar de los que menos tienen, y ello marcará un hecho relevante en la historia moderna de nuestro país.