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El Duende

Bajo asedio

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Conozco al periodista Héctor Herrera desde hace muchos años, puedo dar fe de su temple, su seriedad y su profesionalismo al hacer su trabajo.

Esta semana, durante un enlace desde ese infierno conocido como Lagos de Moreno, Jalisco, Héctor denunció el asedio del que fue víctima, junto con su equipo de transmisión, por parte de jóvenes que lo “halconeaban” en motocicleta.

Con todo y la boca seca, el pulso y la respiración alterados, así como la mirada en alerta, Héctor conservó ese temple que lo caracteriza para denunciar al aire la situación a la que estaban expuestos.

“Hoy, te puedo decir que después de 35 años estoy, no sorprendido, estoy vulnerado, incluso intimidado”, dijo a su interlocutor.

Seguro que, en ese momento, al momento de estar al aire, Héctor recordó por qué México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Según la organización Reporteros sin Fronteras, sólo en la primera mitad de este año, cinco periodistas han sido asesinados. Desde el 2000, suman más de 150 víctimas.

Con todo y el miedo, Héctor dio cuenta de la terrorífica situación que se vive en Lagos de Moreno en tres situaciones distintas que ocurren todas al mismo tiempo: una, el caso de los cinco jóvenes desaparecidos y que, según los propios familiares, podrían estar muertos; dos, que no es una situación nueva, contó el periodista que van al menos 19 casos de desapariciones masivas o grupales desde 2018, y tres, el asedio que se vive a plena luz del día por parte del crimen organizado.

Alguna vez escuché a un empresario —de cuyo nombre no debo acordarme— decir que lo que les sucedía a los periodistas en México le concernía sólo al gremio periodístico. Desde luego que no es así. Parafraseando al gran Facundo Cabral, lo que le sucede a un periodista en México, les sucede a todos los mexicanos, porque todos vivimos bajo asedio, en la calle, en el transporte y hasta en la propia casa.

Lo denunciado por el periodista es una metáfora de lo que los mexicanos vivimos todos los días, y usted querido lector no me va a dejar mentir, aunque haya quienes se empeñen en decir que tienen otros datos.

Un abrazo para Héctor y su equipo, espero que estén de vuelta en casa, seguros, con sus familias, así como se lo deseo a usted todos los días.

En el baúl. El derrumbe de una parte del tramo elevado de la Línea 12 del Metro dejó 26 personas fallecidas y más de un centenar de heridos. A poco más de dos años de esa tragedia y en plena contienda electoral adelantada, a algún político inteligente se le ocurrió mandar a pintar una barda con propaganda de los aspirantes a la Presidencia de la República.

No es la primera vez que ocurre, hace un par de años, a una legisladora se le ocurrió que era buena idea hacer una pinta a su favor en la barda perimetral que rodea un inmueble que colapsó en el terremoto de 2017. ¿En verdad son o se hacen? ¿O será que el cinismo y el hambre de poder rebasa el respeto que deberían de tener a las víctimas de las tragedias de esta ciudad? Tragedias que, por cierto, muchas veces son provocadas por los propios políticos.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!