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“Volando bajo”

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Fue tanta la euforia del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador por construir el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), así como por rescatar y poner en operación a Mexicana de Aviación, que dejó en el olvido otros proyectos de aeropuertos en cuatro estados.

El 20 de julio de 2019, en San Luis Potosí, el mandatario tabasqueño anunció la ampliación del Aeropuerto Nacional de Tamuín con una inversión superior a los mil millones de pesos para impulsar el desarrollo turístico en la huasteca.

“Se encontró que existía ya este aeropuerto en Tamuín; y luego de un análisis se llegó a la conclusión de que era el sitio más apropiado, el más conveniente…, ya se avanzó, ya se firmaron estos compromisos y los compromisos se cumplen”, aseguró López Obrador en aquel momento. Peeeeeeero, nunca se invirtió en esa instalación aeroportuaria a pesar de que dejó empeñada su palabra.

En septiembre de 2023, se solicitaron 912.1 millones de pesos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para la remodelación del Aeropuerto Nacional de Tamuín.

“Consiste en la modernización de las instalaciones del aeródromo con las características necesarias para albergar vuelos nacionales e internacionales en el largo plazo con aeronaves de hasta 186 pasajeros… los componentes principales del proyecto están conformados por el planteamiento de una nueva pista de 2,500 metros de longitud, dos calles de rodaje y plataforma de aviación comercial para dos posiciones de aeronaves clave 4 C”, señala el proyecto que, a la fecha sigue archivado.

López Obrador también intentó construir un Aeropuerto en Ensenada, Baja California, por su cercanía con la frontera de Estados Unidos. Actualmente, la ciudad sólo tiene una base aérea militar que es utilizada para la aviación civil. La promesa del Presidente era entregar un nuevo aeropuerto.

El proyecto de este aeropuerto también se quedó en los archivos de la Secretaría de Hacienda y eso que ya se habían solicitado recursos para “estudios de preinversión” y para principalmente, conocer el suelo y la factibilidad de construcción de instalaciones aeroportuarias.

Otro destino turístico en el que se planeó hacer un aeropuerto fue San Miguel de Allende, Guanajuato, y al igual que el de Ensenada, quedó solo en la solicitud de recursos para realizar los estudios correspondientes. En ambos proyectos se pidieron 15.7 millones de pesos, pero la Secretaría de Hacienda nunca entregó los recursos. “Se ha identificado el potencial de la región y sus perspectivas de crecimiento futuro, mismos que se pueden ver potenciados por una infraestructura de transporte aéreo para servicio de la población”, argumentó Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA)

Por si fuera poco, en el tintero de la 4T también se quedó el Aeropuerto Nacional de Poza Rica, Veracruz, para el que ya se habían solicitado 195 millones de pesos,

El Presidente y su Gobierno pusieron toda la atención en el AIFA y en el rescate de Mexicana, pero se olvidaron de los aeropuertos nacionales, que podrían ser destinos importantes en lo turístico y comercial para la empresa de aviación del Estado.

¿Se rescatarán estos proyectos al entrar la nueva administración? Ya lo veremos.

En el baúl. Una vez pasada la elección, en el INE se perfilan cambios. De entrada, tendrán que confirmar en el cargo a todos los encargados de despacho que, por diferencias entre los dos grupos de consejerías en las que está dividido el árbitro electoral, no pudieron ser nombrados. Se viene un agarrón fuerte y patadas por debajo de la mesa.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!