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Biden aún puede ganar la elección

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Esta semana, el New York Times publicó una serie de encuestas en seis de los estados que definirán la elección presidencial de este año (Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Nevada, Georgia y Arizona) que, a excepción de Wisconsin, muestran al expresidente Trump en la delantera.

Las últimas semanas Biden ha estrechado la brecha que lo separaba de Trump, quien lideraba los sondeos, hace sólo tres meses, por cinco puntos y ahora por menos de uno. Sin embargo, una victoria de Trump aún parece probable.

El presidente Biden sigue teniendo un índice bajo en popularidad en el país y ha sido incapaz, además, de atraer más partidarios entre jóvenes, latinos y afroamericanos, tres grupos que fueron esenciales para su victoria en 2020; y que lo serán esta vez también, porque mientras sus números entre el electorado blanco son similares a los que obtuvo hace cuatro años, sin los votos de estos tres grupos de votantes difícilmente podrá ganar la elección.

¿Por qué el presidente ha perdido apoyo dentro de estos sectores sociales? A pesar de la enorme atención mediática que han tenido las protestas en contra de la guerra de Gaza, un análisis detenido de las encuestas muestra que su efecto político es prácticamente nulo. Entre el electorado que se muestra descontento por el desempeño de Biden, sólo uno por ciento dice estarlo por sus políticas con respecto a la guerra, y de este uno porcentual 17 por ciento piensa que Biden ha sido demasiado dadivoso con los palestinos. Las protestas, aunque ruidosas, están concentradas en una pequeña élite cultural que, además, vive en estados en los que Biden fácilmente ganará. El verdadero problema de Biden son las percepciones del electorado en relación a la economía. Aunque la inflación está bajo control y el desempleo se encuentra en un bajo histórico, lo cierto es que gran parte de la población sigue sufriendo la ola inflacionaria del año pasado y luchando por cerrar bien el mes.

Es posible que de aquí a noviembre la percepción de la población sobre la economía mejore, pues la inflación tiende a ser estable; sin embargo, el tiempo está en contra del presidente. Hay, no obstante, un camino claro hacia la victoria que no depende de la mejora de sus números entre latinos, afroamericanos y jóvenes. Si logra ganar el Rust Belt (Wisconsin, Pensilvania y Michigan) puede darse el lujo de perder el sur del país. Mientras que en Georgia, Arizona y Nevada el presidente se encuentra entre 5 y 10 puntos por debajo de Trump, las encuestas en Michigan, Wisconsin y Pensilvania muestran un empate técnico. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos series de estados? El porcentaje de votantes de latinos y negros en cada estado (alto en el sur y bajo en el noreste). Además, en los estados del Rust Belt, los sindicatos de trabajadores, y en particular el automotriz, que consiguieron importantes victorias durante la presidencia de Biden, tienen una enorme presencia. La elección será, sin lugar a dudas, una competencia cerrada y Biden puede perder estados que ganó con facilidad en 2020. Sin embargo, el presidente tiene aún un camino hacia la victoria.