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Gabriel Morales Sod

¿Quién ganó el debate?

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod
Por:

Es difícil decir quién fue el ganador del debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump el martes pasado. Después de hora y media de interrupciones, verborrea e incluso insultos personales, el público, en lugar de salir con un ganador en mente, fue simplemente testigo del desastre en el que se ha convertido la democracia estadounidense.

El presidente del país más poderoso del mundo no solamente se negó a condenar públicamente a los supremacistas blancos y se dedicó a vilipendiar a su oponente y, como es su costumbre, siguió con su letanía de mentiras, sino que, enfrente de millones de espectadores, fue incapaz de decir que aceptará los resultados electorales en caso de perder. Biden, no obstante, tampoco tuvo un gran desempeño. Sus participaciones titubeantes y su incapacidad de terminar varias de sus ideas no lograron disipar las preguntas que se hace el público sobre su edad y su capacidad para derrotar a Trump. En realidad, ninguno de los dos candidatos tuvo una noche particularmente buena y esto, precisamente, es lo que convierte a Joe Biden en el ganador del debate. ¿Por qué?

De acuerdo con las encuestas, Biden llegó al debate como el candidato a vencer, con un promedio de 5-7 puntos por encima del presidente. Es decir, que un empate en el debate lo mantiene como el claro líder en la contienda. La estrategia de Trump, si es que hubo alguna, fue equivocada. El presidente, quien necesita desesperadamente a votantes blancos suburbanos para ganar, debió parecer más moderado, más presidencial. Para los votantes que preferirían no votar por los demócratas, pero que ven con horror el comportamiento del presidente, el debate no hizo sino comprobar lo que ya sabían. Trump, para tratar de atraer a estos votantes, sacó repetidamente el tema de la violencia y el crimen, tratando de atemorizarlos; sin embargo, sus participaciones fueron erráticas, poco claras. Biden, no obstante, fue incapaz de mostrar con contundencia las mentiras del presidente; sus mejores momentos fueron aquellos donde ridiculizó a Trump, mostrando al público estadounidense que el presidente no entiende siquiera los temas sobre los que habla.

Casi cualquiera de los precandidatos demócratas pudo haber tenido un mejor desempeño frente a Trump. Sin embargo, tal vez sea precisamente la débil participación de Biden la que le dé la victoria a los demócratas. Para los votantes independientes resultará más fácil votar por una figura gris que por un candidato que excita a las izquierdas. Biden fue monótono, aburrido, pero en ningún momento le otorgó a la campaña de Trump material para atacarlo con videos de campaña. Al final, los demócratas consiguieron lo que querían. La elección no será sobre Biden (como en 2016 fue sobre Clinton), sino un referéndum sobre el presidente. Los estrategas saben que si se trata de un voto a favor o en contra de Trump, los demócratas pueden ganar esta elección.