Insuficiente emergencia internacional por la viruela del mono
DESDE EUROPA
La Organización Mundial de la Salud decretó esta semana la emergencia sanitaria internacional tras la aparición de una nueva variante, más contagiosa, de la viruela de mono, medida que ya se había implementado en 2022 y que urge la ayuda internacional para el continente donde se expande más rápido.
Ésta es la segunda vez que la OMS declara emergencia sanitaria por el virus de la viruela símica, que a diferencia de la del Covid-19, sí existe una vacuna disponible, pero parece que la pandemia que mantuvo encerrado al mundo entero no nos ha enseñado nada.
África es el continente más pobre y es en donde se está presentado la mayoría de casos sin olvidar la tasa de mortalidad que, combinada con la falta de un sistema sanitario sólido, puede ser una combinación perfecta para el desastre.
Qué esperan los países desarrollados para producir las vacunas necesarias y abastecer los sistemas sanitarios que necesitan ayuda en el continente. Así lo define el mismo Reglamento Sanitario Internacional cuando se publica una emergencia sanitaria, que dentro de sus “recomendaciones” se prevé una respuesta coordinada de todas las naciones para combatir las enfermedades.
Si lo vemos desde un punto de vista frío, no es cuestión de altruismo es de lógica predecir que la enfermedad seguirá transmitiendo y es cuestión de tiempo para que llegue a otros continentes si no se actúa ahora.
La realidad es que la alerta sanitaria no resulta suficiente, porque no obliga a los países miembro a apoyar económicamente a las regiones que sufren el contagio masivo ni es un aliciente para enviar las vacunas necesarias, a pesar de que esta nueva variante pone en riesgo la salud pública mundial.
Por ahora no se habla de una pandemia como la que vivimos hace unos años, pero ningún organismo internacional se atreve a descartar le llegada de una nueva.
Ante este panorama, la ayuda que necesitan los sistemas sanitarios en África depende de la solidaridad de los gobiernos, sobre todo de países ricos, que mientras no tengan el problema encima difícilmente actúan para contener los contagios en otro continente.
La cifra de vacunas que se necesitan en África para frenar los contagios es espeluznante, se habla de 10 millones de vacunas necesarias de un total de 200 mil que, por ahora, sólo estarían disponibles.
A pesar de que esta alerta sanitaria parece no tener un efecto real en la respuesta de los gobiernos, sí es importante que se haya declarado para atender un problema que lleva un par de años en el olvido porque no ha impactado otras naciones, pero que es un hecho que pone en riesgo la salud pública en el continente africano y podría poner en riesgo otras latitudes que carecen de sistemas sanitarios eficaces y, sobre todo, económicamente insostenibles.