Disponibilidad de gas natural en México

¿Qué pasaría si el gas natural de Estados Unidos se empieza a mandar a Europa? Aun cuando la producción de gas natural en México se ha mantenido estable, la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania y el interés de Biden por disminuir la dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos podrían impactar en la disponibilidad y el costo de Gas Natural Licuado en México; lo que nos lleva a replantear la necesidad de fortalecer el sector, de desarrollar infraestructura para capturarlo, procesarlo y transportarlo.

A pesar de que la producción de gas natural en México disminuyó ligeramente en febrero de este año, en términos anuales ha crecido de manera importante como resultado de la explotación de los campos de Quesqui e Ixachi en el sureste mexicano.

Sin embargo, este aumento no es suficiente para satisfacer la demanda de gas natural en nuestro país, incluso considerando que las importaciones se han incrementado, se presentan desbalances importantes en el mercado (por arriba de 10,000 MMpc en febrero).

México depende fuertemente de las importaciones de gas provenientes de Estados Unidos, poco más del 75% del gas natural que se consume en el país viene del otro lado de la frontera, concretamente, el 86% llega de Texas. Esta alta dependencia provoca que la exportación de gas natural licuado de Estados Unidos a Europa—como resultado de la invasión rusa a Ucrania—implique un riesgo de escasez de gas y un mayor aumento de los precios, los cuales han aumentado durante el último año más del 50 por ciento.

En este contexto, México enfrenta un reto enorme ante la falta de capacidad de producción y almacenamiento. A pesar de contar con los recursos naturales para producir una mayor cantidad de gas, no se cuenta con la infraestructura necesaria. Esto ha provocado que se tenga que quemar el excedente de gas que resulta de la producción de petróleo, causando daños al medio ambiente.

La baja producción impacta al sistema de ductos. No siempre se logra el nivel de producción que se necesita para mantener el Sistrangas funcionando de manera óptima. En febrero de este año, el nivel de empaque en el Sistrangas fue menor al límite inferior. Es decir, no hubo la producción suficiente o la importación necesaria para mantener el balance en los ductos. El sistema se desbalanceó y, si bien se logró estabilizar rápidamente, la operación fue crítica.

México tiene dos alternativas: reducir la producción de petróleo o aumentar la inversión en infraestructura para la captura, el procesamiento, almacenamiento y transporte de gas. Esto implica grandes montos de inversión; sin embargo, permitiría la operación de un mercado en equilibrio a precios competitivos.