a

Día Internacional de las Mujeres Rurales

HABLANDO DE DERECHOS

Jacqueline L'Hoist Tapia
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Cada vez más el mundo visualiza a las mujeres, pero entre éstas hay quienes necesitan mayor visibilidad por sus circunstancias de vida, discriminación, violencia intrafamiliar, pobreza y falta de oportunidades, como son las mujeres rurales, todas ellas mujeres diversas no sólo por la geografía en donde viven sino por los sistemas políticos y culturales en los que se desarrollan.

En 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales. A pesar de enfrentar desafíos estructurales y desigualdades arraigadas, su contribución al desarrollo rural y la seguridad alimentaria debe reconocerse y, más allá de un simple reconocimiento, este día debe servir como un llamado a la acción para visibilizar y valorar su invaluable contribución a la sociedad.

Las mujeres representan una proporción significativa de la fuerza laboral agrícola, realizando tareas esenciales, desde la siembra hasta la cosecha. De acuerdo con datos oficiales, de las 61.5 millones de mujeres mexicanas de las que se tiene registro, 23% habitan en localidades rurales y muchas veces, cuando escuchamos o leemos las palabras “mujeres rurales”, lo primero en lo que pensamos es en mujeres agricultoras, pero las mujeres rurales son mucho más que agricultoras. Las mujeres rurales son cuidadoras, educadoras, emprendedoras y líderes comunitarias. A pesar de enfrentar desafíos como la falta de acceso a recursos económicos y naturales, la desigualdad de género y los efectos del cambio climático, ellas continúan siendo la columna vertebral de muchas comunidades rurales en el país.

Por otro lado, es importante destacar que las mujeres rurales también son responsables de gran parte de la producción de alimentos a nivel mundial. Sí, gracias a ellas cada día podemos consumir una diversidad de productos. Sus conocimientos tradicionales sobre agricultura sostenible y su manejo con la tierra garantizan la diversidad de cultivos y la seguridad alimentaria. Asimismo, también desempeñan un papel crucial en la conservación del medio ambiente, la biodiversidad, y son pilares fundamentales para la lucha contra el cambio climático. Esto se debe a que muchas prácticas agrícolas generan sostenibilidad y contribuyen a proteger los ecosistemas, al mismo tiempo que mitigan los efectos del calentamiento global.

Cada 15 de octubre es un día para recordar que en el campo y en localidades rurales, existen estas maravillosas mujeres y que su papel en la sociedad debe ser reconocido por todos y todas nosotras, que la lucha por la igualdad de género debe contemplar acciones para lograr el acceso a la tierra, a la educación, a la salud, al bienestar, a créditos accesibles y a la tecnología para todas las mujeres rurales mexicanas. Ése, pues, debe ser nuestro compromiso como sociedad y como Gobierno, uno en especial ahora dirigido por una mujer, porque cuando se dice “llegamos todas” está implícita la llegada también de las mujeres rurales.