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Jorge Camacho

El PRI no estaba muerto

ELUCIDACIONES

Jorge Camacho
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El Partido de México, reza en su slogan el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y es que así lo fue durante muchos años, no había un solo municipio, a lo largo y ancho del país, donde no existiera algún elemento del otrora partidazo.

Se decía incluso que era más competido ganar la candidatura que la elección, que en el proceso interno era donde realmente podía haber trabas, y que éstas se decidían sobre todo con elementos que variaban desde la cercanía, la confianza, el compromiso, la conveniencia, no ya tanto lo electoral.

Sin embargo, la dura realidad comenzó a golpear al priismo a finales del siglo pasado, cuando Luis Donaldo Colosio dirigía sus riendas y le tocó en suerte aceptar la primera derrota estatal, un gobierno por primera vez no era tricolor, en Baja California, con Ernesto Ruffo Appel del Partido Acción Nacional (PAN) en 1989.

Luego vino el funesto 1994 con el asesinato del candidato presidencial, y la derrota en el 2000, con el candidato Francisco Labastida Ochoa, quien no tuvo más remedio que aceptar su derrota. Sin embargo, la fuerza territorial y la de sus gobernadores hizo que el priismo se mantuviera en la pelea electoral, lo cual generó el regreso a Los Pinos en el 2012 de la mano de Enrique Peña Nieto; sin embargo, desde ese momento también se puede ver un comportamiento volátil en el electorado tricolor.

El impulso de Andrés Manuel López Obrador, primero desde la oposición y luego ya como presidente, a partir de 2018, ha hecho que el PRI se vea debilitado en lugares donde antes era una potencia, incluso para el proceso pasado inmediato de 2021 se dio la alianza PRI-PAN-PRD, que a muchos todavía no deja de sorprender. Pero así es la política, el ajedrez que hace que cada pieza tome su lugar para mantenerse en el juego con la esperanza siempre de ganar.

Por eso es bueno recordar que el partido de México sigue teniendo fuerza y constancia, sigue siendo el único con comités municipales en todo el territorio, con la característica de sus seccionales que se parten el alma en cada elección, con su liturgia y filosofía que los mantiene unidos de alguna forma. El mejor ejemplo es la votación reciente de la llamada Reforma Eléctrica, donde el grupo parlamentario en la Cámara de Diputados, encabezado por su líder nacional, Alejandro Moreno, comunicaron en todo momento de que serían un solo bloque y que votarían en contra, cosa que cumplieron, y que alimentó ese espíritu priista que existe en todo México, de que se pueden ganar batallas pese al contexto y sea quien sea el adversario.

Ese ánimo expansivo ha llegado por supuesto al territorio donde están en disputa electoral seis gubernaturas, y en el caso particular de Durango, ha dado un nuevo impulso a la ya de por sí bien encaminada campaña de Esteban Villegas. El reciente evento en el atiborrado auditorio del CDE del PRI Durango fue sólo una muestra de que el PRI está más vivo que nunca y que una buena estrategia territorial será clave para el triunfo en este estado clave del norte.

El PRI de Durango está mandando una señal al resto de México, y más de uno ya tomó nota de ello.