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Josefina Vázquez Mota

La toma de Zacatecas… por el crimen organizado

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Hace más de 100 años, un 23 de junio de 1914, fue la toma de Zacatecas, aquella batalla en donde triunfó la Revolución. Las fuerzas constitucionalistas de la División del Norte comandadas por Francisco Villa derrotaron al régimen usurpador de Victoriano Huerta.

Villa y Felipe Ángeles, junto con otros más, pusieron fin al gobierno huertista. Hoy a casi 110 años de este hecho histórico, Zacatecas ha sido tomada de nuevo, sólo que ahora por el crimen organizado.

Aquella batalla emblemática ha dejado de tener efecto, pues ante la indiferencia de diversas autoridades los grupos criminales han destruido la paz, y su toma de Zacatecas avanza día con día.

Los criminales han tomado la libertad de miles de zacatecanas y zacatecanos, les han arrebatado sus derechos a estudiar, trabajar, a salir de sus casas.

En el marco del arranque del nuevo ciclo escolar, escuelas y universidades en Zacatecas informaron que suspenderían clases presenciales, debido a los actos de violencia orquestados por la delincuencia y el crimen organizado.

La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), como el Instituto Politécnico Nacional en la entidad, no abrió sus puertas, lo mismo que las escuelas públicas de los municipios de Valparaíso y Fresnillo.

Las autoridades universitarias optaron porque sus clases fueran en línea para así continuar el periodo escolar, pero sin poner en riesgo la seguridad e integridad de sus estudiantes.

La recomendación del gobierno del estado derivado de los hechos violentos en dos días consecutivos fue la de no viajar por las carreteras a menos que sea algo urgente.

Hoy en las escuelas de Fresnillo y Valparaíso como parte de las clases se les enseña a las niñas y niños qué hacer frente a las balaceras.

Hace apenas unas semanas fuimos testigos de hechos violentos orquestados en Guanajuato, Jalisco, Chihuahua, Baja California, y ahora Zacatecas. La autoridad federal ha ratificado que su estrategia de abrazos no balazos continuará.

En menos de un mes hemos observado la debilidad de nuestro Estado de derecho y la indiferencia del Gobierno federal, que cree que con la presencia de miembros del Ejército y de la Guardia Nacional los actos violentos por el crimen organizado cesarán, cuando bien sabemos que no será así.

Hasta ahora no se vislumbra por parte del Gobierno federal el deseo de ser constructores de paz, de hacer valer el Estado de derecho, de ponerle fin a la impunidad, pero sobre todo, de garantizar la seguridad de las y los mexicanos.

La petición de diversas voces de cambiar la estrategia de seguridad no es para llevar la contra o descalificar al gobierno como ellos lo creen, no, es un grito de auxilio que cada día se unifica ante el temor que genera la violencia de grupos criminales. Aquí los únicos que desestabilizan la paz social es la delincuencia y el crimen organizado.