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Julio Pilotzi

Sin vacuna para la influenza

SPLIT FINANCIERO

Julio Pilotzi
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Las aspiraciones de Sanofi, encabezada por David Pinho en México, por desarrollar una vacuna contra la influenza completamente mexicana se han encontrado con obstáculos inesperados este año. A pesar de las proyecciones iniciales de la compañía, que esperaba tener la dosis lista para la campaña de vacunación de septiembre, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), dirigida por Alejandro Svarch, aún no ha aprobado el nuevo proceso de fabricación.

Este revés plantea la cuestión de si empresas como Liomont, que han demostrado su eficacia, deberían tomar la delantera. Este laboratorio mexicano tuvo un desempeño destacado durante la pandemia, tras asumir la enorme responsabilidad del envasado de la vacuna anti-Covid de AstraZeneca, durante la contingencia. Pero en un giro desafortunado, cuando Liomont quiso fabricar la vacuna biotecnológica de la influenza, sus planes se vieron obstaculizados por Sanofi, quien adquirió la compañía internacional con la que Liomont había estado negociando.

Recordemos que en el 2021, la francesa tuvo que suspender el desarrollo de su propia vacuna de ARNm contra el Covid-19, debido a desafíos para mantener su cartera de medicamentos durante la crisis de la pandemia. Esta circunstancia plantea preocupaciones sobre la posibilidad de una producción de la vacuna contra la influenza con poca rigurosidad médica en México, ya que no hay que dejar de lado las críticas que la farmacéutica ha enfrentado desde hace años en Francia; una de las más graves fue la responsabilidad determinada por un juzgado de Madrid por malformaciones congénitas y trastornos del espectro autista en adolescentes, cuyas madres tomaron el medicamento antiepiléptico Depakine, desarrollado por Sanofi.

Pese a estos antecedentes, en nuestro país la firma ha mantenido una relación duradera que se remonta a la pandemia de influenza del 2009, cuando produjo la vacuna contra la cepa AH1N1. En el 2018 se estableció una asociación público-privada en la que Sanofi construiría una planta en terrenos proporcionados por el Gobierno federal. Según el acuerdo, la farmacéutica cedería completamente las instalaciones al Gobierno para el 2032, pero mientras tanto capacitará al personal mexicano y asegurará el suministro de 32 millones de dosis de vacunas contra la influenza en 15 años.

No obstante, la relación de la compañía, que tiene desde el 2019 como CEO internacional a Paul Hudson, con la administración actual, encabezada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador parece estar desgastada. Además del retraso en el aval de Cofepris, la empresa también ha enfrentado contratiempos legales y regulatorios en relación con su genérico del medicamento rivaroxabán, compuesto indicado para trombosis venosa profunda (coágulos en la pierna) y embolia pulmonar (coágulos en pulmón). Aunque Sanofi obtuvo el registro sanitario de Cofepris en el 2020, éste fue retirado, lo que llevó a la empresa a entablar varios amparos contra el gobierno, particularmente contra el IMSS e Insabi. Estos problemas legales y regulatorios parecen haber influido en otras áreas del negocio de Sanofi en México. Según se informa, en las bodegas de Sanofi en su planta de Ocoyoacac, hay 2 millones 406 mil 790 cajas de clonazepam listas para distribuir a las instituciones de salud pública, pero hasta la fecha no han sido solicitadas por el IMSS-Bienestar de Zoé Robledo.

En resumen, los desafíos recientes de Sanofi subrayan las complejidades de la producción de vacunas en el entorno regulatorio y político actual. Con los contratos de medicamentos y vacunas ahora en transición hacia el IMSS-Bienestar, es esencial observar de cerca cómo se manejarán estos asuntos en el futuro.

Por más acreditadas. Como cada 9 de junio, hoy se celebra el Día Mundial de la Acreditación, mediante esta herramienta es posible entrar en nuevos mercados y que México eleve su competitividad al ofrecer productos y servicios confiables y técnicamente competentes. Uno de los actores clave en la materia es la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que preside Raúl Tornel y Cruz, misma que a la fecha cuenta con más de 7 mil 600 acreditaciones otorgadas para laboratorios de ensayo, calibración, clínicos, unidades de inspección, organismos de certificación y organismos verificadores validadores de gases efecto invernadero, entre otras. Además de sumar los máximos reconocimientos internacionales en la materia, impulsa el desarrollo de nuevas áreas de acreditación pues busca dotar a México de una mayor estructura, además este organismo brinda confianza y competencia técnica para abrir más mercados y ser más competitivos.

Voz en off. Le fue muy bien a Ricardo Monreal en el reencuentro con el Presidente Andrés Manuel López Obrador. La reunión de presidentes de la Cámara alta, y el Ejecutivo federal deja muy buen sabor de boca. El propio político zacatecano confirma que fue “encuentro afortunado, reforzando nuestra amistad y convicción para continuar con la transformación que un día soñamos”.

Monreal destacó que sirvió para reforzar su amistad y la convicción para continuar con la transformación que soñaron...