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Leonardo Núñez González

La edad de Joe Biden

EL ESPEJO

Leonardo Núñez González
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La semana pasada se emitió el informe final del fiscal especial que investigaba la presunta responsabilidad de Joe Biden por haber conservado documentos clasificados a los que tuvo acceso como vicepresidente. De acuerdo con el fiscal, si bien Biden retuvo y utilizó intencionalmente material clasificado, no había elementos suficientes para acusarlo de un delito.

Sin embargo, el documento le dio un golpe brutal al presidente justo en uno de los temas más delicados de su campaña por la reelección: su edad.

El informe relata fragmentos de la investigación con un claro enfoque en su edad y su memoria: “La memoria del señor Biden parecía tener limitantes significativas”, “tenía dificultades para recordar acontecimientos y fechas mientras se esforzaba para leer y apoyarse en sus propias anotaciones”, relata. “En su entrevista en nuestra oficina, la memoria del señor Biden fue peor. No recordaba cuándo había sido vicepresidente, olvidando en el primer día de la entrevista cuándo había terminado su mandato”, “él no recordaba siquiera cuando murió su hijo Beau”, se lee en el informe de casi 400 páginas.

El fiscal concluyó que no había evidencias para abrir un proceso en su contra, pero agregó que difícilmente podría convencer a ningún jurado sobre la culpabilidad del presidente, pues “Biden se presentaría frente al jurado, como lo hizo durante nuestras entrevistas, como un simpático y bienintencionado anciano con mala memoria”.

Esta última frase se convirtió en dinamita pura, pues fue repetida incesantemente por Donald Trump y los republicanos, quienes han impulsado activamente la imagen de que Biden es tan viejo que no debería ni podría ser un buen presidente. No ayudó en nada que, al tratar de responder a estos señalamientos desde una conferencia en la Casa Blanca, Biden terminó echando más leña al fuego, pues hasta confundió al presidente de Egipto con el de México.

Si bien el tema de la edad de Biden lo ha acompañado desde las elecciones pasadas, hoy es una preocupación real para su campaña. De acuerdo con una encuesta reciente de NBC, 76% de los estadounidenses tiene preocupaciones reales de que Biden no tenga la salud mental y psicológica necesaria para ser presidente. Hace medio año esa cifra era de 68% y, dos años atrás, solo era de 51%.

Donald Trump tampoco es un jovenzuelo, pues con sus 77 años sólo es 4 años más joven que Biden. Sin embargo, el argumento de su avanzada edad no ha podido ser utilizado por los demócratas y el efecto es notable en la opinión pública: sólo 48% de los estadounidenses tiene la misma preocupación sobre la salud mental de Trump, incluso menos que en el pasado.

“Percepción es realidad”, reza una de las frases famosas de Lee Atwater, el controvertido consultor político republicano que ayudó a George W. Bush padre, a ganar las elecciones estadounidenses de 1988 después de destruir la imagen de su adversario, Michael Dukakis, y superar una desventaja de 17 puntos en las encuestas. Biden ya está contra las cuerdas con su baja aprobación y el ascenso de Trump en las encuestas. Si quiere remontar, éste es uno de los temas que más trabajo le costará, pero en el que deberán enfocarse pues es un frente muy vulnerable que podría costarle la reelección.