Boicotea Gatell venta de vacunas Covid-19

Se dice una cosa pero se hace otra; el pronunciamiento oficial es que se liberalizará la compra y distribución de las vacunas contra las actuales cepas de Covid-19 para que quien pueda adquiera la que más le convenza, y quienes  no puedan o quieran pagarla, puedan obtener del portafolio de 25 millones que dispone el sector público de salud; sin embargo, el procedimiento oficial va por otro lado, pues en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a cargo de Alejandro Svarch, le están dando largas —muy largas— a los laboratorios internacionales que pretenden obtener registro sanitario definitivo para la libre comercialización del biológico.

El pasado 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud, que encabeza Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la terminación de la pandemia, con lo que se suspendió el protocolo mundial de emergencia que, entre otros mecanismos, confiaba en exclusiva la compra y aplicación de vacunas de manera gratuita a los gobiernos nacionales. Esto, para garantizar la aplicación más extendida posible para atajar los contagios.

Para nadie es desconocido que la gestión de la pandemia en México fue un desastre, en buena medida por la pretensión oficial de centralizar todos los procedimientos y descartando toda ayuda proveniente de sociedad civil e iniciativa privada. Y esa centralización, al parecer por los hechos, se quiere conservar el más tiempo posible en términos de un manejo político de los fármacos.

Se sabe, por ejemplo, que desde fechas muy cercanas a la terminación de la pandemia, dos empresas globales, Pfizer que aquí lleva Constanza Lozada, y Moderna, a cargo aquí de Joaquín Duato, solicitaron el cambio de su registro temporal —por emergencia— expedido por Cofepris en la segunda etapa de la pandemia, para cambiar a un registro definitivo luego de haber demostrado fehacientemente que se cumplen con los estándares mundiales de seguridad sanitaria, incluida la demostración empírica de millones de personas que salvaron la vida pese al colapso de los servicios médicos públicos para atender a los enfermos en aquellos aciagos días.

Pero el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell ha instruido a Cofepris —que tiene cerca de 20 mil procedimientos rezagados en atención de registros sanitario— que atienda lo más pronto posible las solicitudes presentadas hace 4 meses.

Hay que decirlo como se debe decir: el propósito real de López-Gatell es que se usen los 25 millones de dosis de vacunas de sus aliados ideológicos, aunque estén tecnológicamente descontinuadas, para enfrentar nuevas cepas, o incluso que estén francamente caducadas.

Lo importante es demostrar que la 4T no le falló a los mexicanos ante la pandemia más extendida de los tiempos actuales.

Durazo, cuentas pendientes. Encarnar la presidencia del Consejo Nacional de Morena le quedó grande a Alfonso Durazo, quien como gobernador de Sonora —o al menos es la impresión que deja en la entidad— desatendió en aras de la grilla la ola de violencia que aqueja a la población. Ejemplo de ello es la reciente balacera en inmediaciones de una escuela en Cajeme, que terminó por volverse expansiva en redes sociales. Pero las problemáticas se extienden a otros aspectos, entre ellos las adquisiciones de aseo que se emprenden a cuenta de la plantilla que lleva José Luis Alomía en la Secretaría de Salud. Y es que la corrupción nace en casa.

Conforme diversos testimonios, aunque en la dependencia han emprendido un esquema de Contrato Marco idéntico al federal para conseguir el servicio, la estrategia parece no funcionar, y es que en los últimos días se ha exigido a la firma Wilk la entrega de una serie de documentos, aun cuando su convenio culmina hasta diciembre. Esto ha despertado desconfianza ante supuestas cercanías entre el director general de Administración, Víctor Abraham Larios Velázquez, con la firma BL Limpieza y Mantenimiento que aspira con la nueva proveedora…, siempre y cuando pague su peaje.

Guanajuato 2024. Para contender por el gobierno de Guanajuato hay tres candidatas visibles por el Frente Amplio por México…, pero dos traen un pleito personal que las tiene “quemadas” ante su público objetivo, como el empresarial. Y en ese entorno se revela poco a poco una aspirante que ganan terreno por su empatía con las causas sociales y experiencia, la senadora Alejandra Noemí Reynoso, quien podría dar la sorpresa: no es “la favorita” del gobernador…, y por ello tiene el perfil para ganarle a Ricardo Sheffield, quien lleva la bendición de Palacio Nacional a través de Morena.