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Mauricio Flores

Cofepris y el subsecretario Tik-Tok

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
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No lo va a creer, pero directiva del subsecretario Hugo López-Gatell, la Comisión de Prevención de Riesgos Sanitarios a cargo de Alejandro Svarch, difunde en redes sociales los resultados de las inspecciones a laboratorios farmacéuticos, violentando la secrecía de tales revisiones de proceso: utiliza Facebook como canal oficial para dar a conocer a los industriales farmacéuticos mexicanos oficios sin sello.

Esto deja en indefensión a los farmacéuticos mexicanos que ahora tienen que someterse al escrutinio público sin poder defenderse del “veredicto de la autoridad”.

Es obvio que con esto, Gatell y Svarch provocan daño moral, ya que a sus “posteos” sólo se les puede dar “like”, pues carecen de los detalles mínimos necesarios para brindar contexto normativo y técnico sobre las presuntas deficiencias que se detectan en las revisiones. Se trata, pues de una mala copia de los “Warning Letters” que la Foods and Drugs Administration, que encabeza Robert Califf, envía por correo privado hacia alguna empresa u organización que ha violado reglas de inocuidad de servicios y/o productos.

No se necesita ser un genio para comprender que esta estrategia de difusión persigue provocar miedo entre distribuidores farmacéuticos y consumidores, incluyendo al Insabi, a cargo de Juan Ferrer, en la adquisición de productos nacionales.

Pero como se ha documentado en esta columna, con base en los datos del Instituto de Investigación Farmacéutico México, de Carlos Ferrer y Enrique Martínez, existe un marcado déficit, casi 12 mil millones de pesos, de genéricos intercambiables que a fines del 2022 el Insabi no compró en la licitación internacional correspondiente al suministro de este año.

¿No sería buen negocio para Ferrer y sus patrocinadores políticos —con la “explicación científica” de Svarch— salir a comprar en el mundo los genéricos que antes se compraban en México, sin ninguna restricción de precio, volumen y/o cumplimiento sanitario, ya sea vengan de Cuba, Irán, India o Bielorrusia, sin pasar algún filtro anticorrupción? Sólo falta que Svarch publicite en Tik-Tok, Instagram o con un meme qué laboratorios no deben concursar so pena de ser “quemados en redes sociales. Otro caso de un gobierno sin cabeza.

Responsabilidades en Juárez. En medio del abandono institucional, ardió una celda llena de migrantes, sin futuro, muertos de hambre en Ciudad Juárez; un crimen de lesa humanidad del que rehúyen las autoridades. ¿Cómo “promover el nearshoring” si los potenciales trabajadores son apandados en cárceles para ahí arder y asfixiarse? Vaya, la empresa de seguridad privada a cargo del encierro no quiso retirar los candados de los calabozos…

Si se examina de manera detallada, las instancias del Gobierno federal fracasaron por un desorden institucional: el Instituto Nacional de Migración, a cargo de Francisco Garduño, está adscrito a la Secretaría de Gobernación, pero su operación se le asignó a Relaciones Exteriores y ahí no se desarrollaron protocolos y sistemas seguros para la retención de migrantes. Este tipo de contradicciones e incongruencias operativas no son nuevas en el gobierno, pero en el actual se agudizan.

Un ejército y una marina que construye trenes, aeropuertos y vigila aduanas; un sistema de salud social a cargo de un arqueólogo que ha generado el desabasto más grande de medicamentos y material del que se tenga memoria. Y así, pues en la lógica de 10% de capacidad y 90% de lealtad, las funciones de gobierno se asignan a dependencias a las que no les corresponde y se desautoriza a las instituciones y funcionarios especializados.

Landsteiner amplia 90 días negociación. Para los pacientes bajo tratamiento para diabetes y/o hipertensión arterial y colesterol alto, es positivo que 75% de los acreedores de Landsteiner Scientific, una de las principales farmacéuticas mexicanas, que encabeza Miguel Granados, haya votado por extender 90 días el periodo de negociación para reorganizar el pago de pasivos bajo las reglas de concurso mercantil. El conciliador del concurso, Gerardo Sierra, ha procedido con prontitud y sensibilidad para dar el espacio de negociación a una compañía que fabrica 6 millones de frascos anuales de insulina y 40 millones de cajas de atorvastatina.