a

Mauricio Leyva

Sobre la Libertad

FRONTERA DE PALABRAS

Mauricio Leyva
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Isaiah Berlin (1909-1997) en Sobre la libertad abrió con una interesante provocación sobre el origen de la Teoría Social y Política de las cuales señaló “surgen de la discordia”. Inició con un análisis sobre la Coacción en donde cuestionó el significado de la Igualdad, la Felicidad y la Bondad. Dividió la Libertad en dos conceptos: el negativo y el positivo. En el Negativo: ¿cómo es el espacio en el que al sujeto se le deja o se le ha de dejar que haga o sea lo que esté en su mano hacer o ser sin interferencia de otras personas? Y en el Positivo: ¿Qué o quién es la causa de control o interferencia que puede determinar que alguien haga o sea una cosa u otra? Con ello hizo profundas reflexiones sobre las distintas posibilidades de que la libertad se vea limitada o condicionada.

La Igualdad de la libertad a la que se refiere como el hecho de no tratar a los demás como no querría que me trataran, nos invita en una primera impresión a creer que la libertad está ligada con un principio de justicia e igualmente de equidad, mas no obstante, ya deja en claro los conflictos causados por quienes sostienen que Libertad va de la mano con la Igualdad y la Fraternidad. Lo que en este apartado resulta trascendente, pues allí inicia con claridad a refutar a las corrientes clásicas de la Ilustración y de igual forma a reafirmar el movimiento Contrailustración, generando nuevos marcos teóricos referenciales para analizar la propia Ilustración con otra visión.

En Igualdad de libertad demuestra que la libertad no es el único fin si no que a esto le sobreviene el qué hacer con ella. En tanto la Libertad Positiva parte del deseo del individuo por ser su propio amo y la Libertad Negativa se funda en que otros hombres no impidan a uno elegir. Isaiah busca el equilibrio y desemboca en la siguiente definición: Las concepciones de la libertad derivan directamente de la visión que se tenga de lo que constituye un yo, una persona, un hombre.

Berlin cuestiona a Rousseau, quien afirmó que la Libertad es obediencia a la ley, ya que para Berlin el equilibrio es la base de la relación. En ese sentido, nos conmina a entender el mundo y la historia e imprime la interpretación política de la libertad en relación con el Estado. ¿Dónde está la frontera entre mis derechos y los derechos de los demás? Berlin postula el reconocimiento del individuo como factor necesario para alcanzar la libertad y ubica al absolutismo como enemigo de la libertad: la doctrina de la soberanía absoluta es una doctrina tiránica en sí misma.

En su análisis valoró la inserción del lenguaje en el proceso formador del pensamiento; dentro de sus estudios analizó qué era un ciudadano y a la ideología la retomó como un elemento de valor sustancial.

En cuanto a quienes participan de la libertad sin límites reflexionó: Los primeros querían limitar la autoridad en cuanto tal. Estos últimos quieren que pase a sus manos. Repensó la Soberanía vista desde la libertad y como algo vinculado estrechamente a ella. En los conceptos políticos introdujo a la libertad como parte fundamental de la relación con los gobiernos e hizo un balance entre las dos primeras posturas de la libertad, pero quizás lo más emotivo fue el hecho de afirmar que la libertad debe estar en los intereses más profundos de la humanidad.