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Mónica Garza

Caso Florence Cassez… ¿error de narrativa?…

GENTE COMO UNO

Mónica Garza 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Eso es lo que siempre ha sostenido el periodista Miguel Aquino, experto en temas de seguridad y quien en aquel entonces era el encargado de la fuente de la PGR y la AFI para Azteca Noticias.

Aquino era además el reportero asignado al Helicóptero de noticieros de la televisora, y a él le tocó coordinar la cobertura de aquel operativo, luego de recibir una alerta, directamente de Luis Cárdenas Palomino.

Tal como lo declaró en su momento ante las autoridades, ésta es su crónica:

Ese 9 de diciembre recibí una alerta en mi Nextel, como a las 5 de la mañana. Se trataba de Luis Cárdenas Palomino, quien estaba en la Agencia Federal de Investigaciones.

Me dijo: detuvimos a una banda de secuestradores y tenemos todavía a las víctimas. Es en un rancho que está en la carretera federal México-Cuernavaca a la altura de Topilejo, en Tlalpan.

Yo le dije, “oye yo voy apenas al aeropuerto, aguántame, déjame mover a mi equipo por tierra”. Él me respondió que sí y que nos veíamos a la altura del caminero.

Me fui al aeropuerto, avisé a la redacción que íbamos a Topilejo porque habían detenido a unos secuestradores, habían liberado a tres víctimas y todavía estaban en el lugar, que era en el rancho Las Chinitas.

El problema de nosotros fue cuando yo llegué al aeropuerto, porque estaban cerradas las operaciones por un banco de neblina. Como mi helicóptero no pudo despegar, mandé de avanzada al equipo de motocicleta, cuya reportera era Ana María Gámez.

Al lugar llegó el equipo de Televisa, llegamos nosotros (Tv Azteca), pero no llegó nuestra reportera, porque se le hizo tarde. Luis (Cárdenas Palomino) me llamaba y me decía “¿dónde estás?, ya los tenemos que trasladar…” porque los tenían que poner a disposición del ministerio público.

Esa fue mi última comunicación con él. Yo desde el hangar, aun sin poder despegar, vi en el televisor que el reportero de Televisa (Pablo Reinah) entró con su cámara aún de noche, se veían torretas encendidas y el movimiento de los federales que estaban ingresando al rancho.

Entró también la cámara de Tv Azteca, pero nosotros no tuvimos reportero en tierra narrando al inicio de la transmisión, porque llegó tarde. Ahí es cuando el reportero de Televisa dijo al aire, que estaban transmitiendo el “operativo en vivo”, y todo lo que ya se conoce.

Pero la verdad es que a mí, que era el contacto directo con la AFI, ya me habían dicho desde antes que eran 3 víctimas, un rancho en la zona de Topilejo y dos personas detenidas. Nunca se nos dijo, ni se nos invitó a ningún “operativo en vivo”.

Esperar a que estuvieran las cámaras para presentar a los delincuentes, era lo que se hacía en aquella época.

Florence Cassez e Israel Vallarta, el día de su detención, en 2005.Foto: Cuartoscuro

Fue meses después, cuando Genaro García Luna dijo, en una entrevista con Televisa (a Denisse Maerker), que se había llevado a cabo “una recreación a petición de los medios”.

Eso no fue así, al menos no de nuestra parte, porque nosotros ni estábamos, no teníamos reportero en el lugar. Nuestras primeras imágenes fueron sin reportero en aire, ni en tierra.

Fue el equipo de Televisa el que pedía que prendieran las torretas porque estaba muy oscuro y no se veía, y quienes pedían que iniciaran con la presentación.

A nosotros nadie nos dijo que era un “operativo en vivo”, porque eso jamás sucedió. Siempre se nos dijo a todos que habían detenido a una banda de secuestradores, que había tres víctimas y un rancho asegurado.

Como reportero tú no puedes decir que es un “operativo en vivo” cuando ves que las víctimas ya están liberadas y los secuestradores detenidos.

Al menos a nosotros sí se nos notificó desde antes que esa banda había sido detenida y las víctimas rescatadas. Incluso Ezequiel, una de las víctimas, ya tenía hasta una venda en la cabeza por una herida que tenía.

Creo que aquí fue un error de narrativa, de quien empezó a contar lo que se estaba viendo. Y lo que se estaba viendo no era un “operativo en vivo”.

Se está partiendo de esa narrativa para decir que fue un montaje, porque cuando hablan de un montaje, pareciera que los secuestradores, tanto la francesa como Israel Vallarta son inocentes y no incurrieron en ningún delito.

La Suprema Corte de Justicia, a través de la ministra Olga Sánchez Cordero habló de una violación al debido proceso, pero jamás se habló de que ellos fueran inocentes.

Florence Cassez incluso había sido ya sentenciada a 96 años de prisión. Ella es una secuestradora ya sentenciada. El problema es que todas las pruebas que se presentaron, se vinieron abajo por fallas en el debido proceso.

Antes era común que se llevaran a cabo estas “presentaciones” en el lugar de los hechos, y era común incluso poder entrevistar a los delincuentes.

Y éste es básicamente el único caso, de todos los que sucedieron en aquella época, que terminó así. En el caso de Rubén Omar Romano, el de los Petricholet y el de la liberación de las hermanas Sodi, sucedió exactamente lo mismo, pero esos secuestradores no tuvieron el mismo final que Florence Cassez… concluye Miguel Aquino, también autor del libro De qué se ríe la Barbie…

Y en el caso Vallarta, ¿qué pasó con las víctimas?… Parece que se les olvida que tuvieron que abandonar el país por seguridad. Ya nadie se pregunta ¿qué sucedió con ellos?…

La familia de Israel Vallarta está pidiendo, en su derecho, que lo liberen, pero la pregunta debe de ser: ¿es o no culpable de secuestro?… Porque el debate fuera de esa simple pregunta, cae en el absurdo.