a

Mónica Garza

La locura… el desabasto de medicamentos psiquiátricos

GENTE COMO UNO

Mónica Garza
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Inatento e hiperactivo/impulsivo son los tipos de TDA con los que fue diagnosticado Javier en agosto de 2020, en plena emergencia sanitaria por Covid-19 en todo el mundo, cuando en México ya sumaban más de 500 mil casos positivos y más de 50 mil muertes.

Lisdexanfetamina (Vyvanse) fue para el joven de entonces 28 años “una maravilla” según sus propias palabras; le quitaban el hambre, reducía drásticamente su ansiedad, le ayudaba a concentrarse y erradicaba sus acciones impulsivas.

La dinámica era simple, la psiquiatra le daba la receta y él iba a la farmacia a surtirse del medicamento —nada barato por cierto— gracias a la posibilidad económica de adquirirlo de forma independiente.

Cuando Javier ya estaba adecuado al fármaco y a la dosis, se enfrentó al problema del desabasto del medicamento y a la alta demanda del mismo. Entonces hubo que cambiar la medicación, esta vez a Metilfenidato (Concerta), un medicamento igualmente popular para su padecimiento.

Nuevamente, un día el fármaco comenzó a reportarse agotado en las farmacias y fue cada vez más difícil encontrarlo. Comenzó el peregrinar por las farmacias de especialidad, hasta dar con alguna que tuviera al menos una caja para cubrir las dosis necesarias, hasta encontrar un nuevo abasto.

Pero llegó el día en que “el nuevo abasto” también se agotó en las farmacias, a cualquier distancia, y hubo que recurrir al Hospital Psiquiátrico Infantil para intentar surtir la receta. La siguiente parada fue la farmacia del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, hasta que finalmente las opciones se terminaron. El fármaco estaba totalmente agotado.

Pasaron tres semanas sin poder conseguir el medicamento y las consecuencias en el tratamiento de Javier comenzaron a notarse.

Era noviembre del 2021 y el virus del Covid-19 seguía siendo el pretexto para justificar cualquier retraso en el abasto del medicamento. La urgencia obligó a Javier a buscar otras alternativas, sí, fuera de la ley.

Así coincidió con un conocido que también era usuario de medicamentos controlados, como el Clonazepam, que era uno de ellos.

¿Cómo podía él para tener lo necesario para su tratamiento?… La respuesta llegó con unos pocos minutos de navegar en Facebook donde apareció un grupo de “Mayoristas farmacéuticos”.

Se trataba de diferentes proveedores que ofrecían “al mayoreo” diferentes medicamentos para farmacias pequeñas o directo a farmacéuticos, pero también a pacientes como Javier.

Metilfenidato (Ritalin) era lo más fácil de conseguir y solo había que “ajustar la dosis” por la diferencia de gramaje: 4 pastillas de Ritalin por una de Concerta, pero, y ¿cuánto iba a costar esto?

Para sorpresa de Javier, con dos mil pesos podía conseguir 5 paquetes del medicamento que antes le hubiera costado lo mismo por unidad.

La receta tampoco fue requerida —Mal síntoma…—, bastó con enviar un mensaje “inbox” o privado, pedir el medicamento requerido, hacer un depósito, mandar comprobante de pago y dirección de entrega; recibir una guía de rastreo de un servicio de mensajería y un par de días después, el medicamento está en la puerta de su casa.

En abril de 2022, la Cofepris alertó sobre la venta de un lote del medicamento Vyvanse (lisdexanfetamina) falso.Foto: Freepik

En más de una ocasión ha intentado regresar a la compra legal, pero aún no hay medicamento que alcance.

Según datos de la Encuesta Nacional de Salud Mental, en México el 17 por ciento de la población presenta al menos un trastorno mental como el TDHA de Javier.

Según el Instituto Nacional de Salud Pública, el 85 por ciento de los mexicanos con algún padecimiento de este tipo no reciben atención y los que la reciben pueden tardar en promedio 14 años en obtener un tratamiento adecuado.

De acuerdo al Mapa de Desabasto del Instituto Farmacéutico de México para enero de 2022 el abasto de los medicamentos psiquiátricos cayó a 64%, después de haber alcanzado niveles casi perfectos de 98% en el ya lejano 2016.

La plataforma Cero Desabasto (del colectivo Nosotrxs, que entre otras cosas registra quejas por temas de salud y bienestar) señala que desde el año pasado los reportes de escasez de dichos fármacos ocuparon el primer lugar, incluso ya por encima de medicamentos para cáncer

Recientemente la Asociación Psiquiátrica Mexicana publicó un comunicado en el que hizo un llamado urgente para que se resuelva la escasez de medicamentos y reveló que los pacientes diagnosticados con trastornos de ansiedad, bipolaridad, déficit de atención e hiperactividad, esquizofrenia y depresión, son los más afectados.

Desde 2022, Javier ha podido seguir su tratamiento psiquiátrico gracias a un método ilegal. ¿Cuántos hay como él? No lo sabemos…

¿Por qué México sigue sufriendo el desabasto de medicamentos psiquiátricos, que para muchos marca la diferencia entre el bien y el mal en su calidad de vida? No lo sabemos…

¿Hasta cuándo permaneceremos así? Tampoco lo sabemos, porque nadie lo informa…