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Montserrat Salomón

¿Amas a Trump?

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El clima político en Estados Unidos se ha caldeado. Entre discursos airados, citaciones, negativas a declarar y la ejecución de la orden de cateo a la residencia de Trump en Florida, la justicia parece querer cerrar el cerco en torno a Trump antes de que éste pueda volver a contender por la presidencia.

Luego de diversas acusaciones y requerimientos a Trump en torno a múltiples documentos que había extraído indebidamente de instalaciones gubernamentales, el FBI entró por sorpresa a su residencia y extrajo cajas llenas de documentos. Inmediatamente, los seguidores más radicales del expresidente empezaron a llamar a la defensa de su líder e incluso han empezado a proliferar llamadas a una guerra civil. Un escenario irreal e impensable hasta antes de Trump.

Al mismo tiempo, al más puro estilo de una secta con un líder carismático dispuesto a todo, incluso a sacrificar a sus seguidores con tal de encumbrar su nombre, Donald Trump ha redoblado su acoso mediático a su gente para recaudar fondos y movilizarlos de cara a lo que podría ser su única defensa frente a las múltiples acusaciones criminales que penden sobre su cabeza: ganar nuevamente la presidencia.

“¿Amas a Trump?” “¡La patria te necesita!” “¡Es urgente tu donativo!” “¡Estamos bajo ataque!” Mensajes constantes, crispados y alarmantes son enviados reiteradamente a los suscriptores de las páginas y redes del republicano. Mientras tanto, sus portales de noticias y la cadena Fox News no dejan de bombardear con teorías conspiratorias y advertencias sobre el fraude electoral, el ataque a la democracia y la gran posibilidad de que se estén “sembrando” pruebas incriminatorias entre las cajas que se obtuvieron de la mansión Mar-a-Lago.

La retórica usada es peligrosa, divisoria y enajenante. Es una retórica que ya ha manchado de sangre lugares icónicos de la democracia estadounidense, como el Capitolio. Trump y su movimiento no son un juego y representan un peligro real para la paz en Estados Unidos. Resulta lamentable cómo son pocos los políticos republicanos que han levantado la voz en contra de Trump llamando a la moderación. El miedo a perder votos los ha llenado de una cobardía vil y servil.

En la antesala de las elecciones intermedias, en las que se juegan varios escaños del Senado y toda la Cámara baja, los movimientos que hagan tanto Trump como Biden serán claves. Hasta ahora, Biden se ha mantenido al margen, pero su popularidad está por los suelos y corre el riesgo de perder las cámaras. Por otro lado, Trump es un arma de dos filos. Si bien está movilizando a su base, también está alarmando a las personas moderadas o temerosas de más disturbios, lo que podría apoyar las candidaturas demócratas. Al final, sólo queda una pregunta: ¿amas a Trump?