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Rafael Solano

Lo mismo con los mismos

DE LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

Rafael Solano
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Claudio X. González Guajardo es Doctor en Derecho por la Universidad de Tufts, es abogado por la Libre de Derecho.

De acuerdo a su currículo, a los 25 años comenzó su vida política en campañas presidenciales (1998), y fue funcionario casi una década en Presidencia de la República y las secretarías de Agricultura y del Trabajo.

Con el tiempo, González Guajardo fue adquiriendo relevancia en organizaciones filantrópicas como Fundación Televisa, UNETE, Bécalos y Mexicanos Primero, esta última presionó con éxito –todos recordamos el documental “De panzazo”, que mostró las carencias del sistema educativo– hasta conformar el modelo de evaluación universal moderno, que en 2013 concretaría la autonomía del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Se puede decir que, en más de una década de colaboración entre sociedad y Gobierno, Claudio X. contribuyó a través de la sociedad civil organizada, a cubrir uno de los huecos del Estado.

Entonces, ¿dónde se rompió el lazo de colaboración? La respuesta la podemos encontrar entre 2013 y 2014 con la reforma fiscal impulsada en el marco del Pacto por México, cuya finalidad fue aumentar la recaudación tributaria y sustituir la dependencia petrolera, impactando al sector empresarial reduciendo la deducibilidad de las prestaciones laborales, incrementando el IVA en la frontera y el Impuesto Sobre la Renta, lo que llevaría al Gobierno a tener ingresos extra por más de 10 por ciento del PIB durante el sexenio peñanietista.

A principios de 2014, esta reforma originó 10 mil amparos de empresarios, que no prosperaron. El malestar en el segmento fue incrementando progresivamente. Dos de los que expresaron mayor desacuerdo fueron Gustavo de Hoyos, de Coparmex, y Claudio X. González Laporta, del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.

En 2015, Claudio X. González promovería un amparo para reconocer el derecho a las Organizaciones No Gubernamentales a reclamar el desvío de recursos públicos, en ese mismo año creó Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI); y tras el periodo electoral se impulsó la iniciativa 3 de 3 para acabar con la corrupción, a través de Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para la Competitividad, que a su vez auspició el estudio “Anatomía de la Corrupción” de la mano de González Guajardo. Al mismo tiempo, en aquel 2016 los empresarios de Coparmex, liderados por De Hoyos se manifestaron por primera ocasión en contra de los corruptos y la impunidad, en favor de un Sistema Nacional Anticorrupción.

Entre 2016 y 2017, MCCI publicaría reportajes como “El factor Monreal”, “Juntos podemos”, de Josefina Vázquez Mota, “Los piratas del Borge”, en Quintana Roo, “Los 43 contratos que ponen contra la pared a Murillo Karam”, “El gobierno de Guanajuato paga tierras a sobreprecio para regalarlas”, “Conagua financia organización de Korenfeld”, “La red fantasma de Duarte” y finalmente la “Estafa maestra”. El gobierno de Peña Nieto respondería con auditorías fiscales a las empresas, asociaciones y donativos con recursos públicos en que participaba González.

El impacto de los escándalos de corrupción se puede observar en el Latinobarómetro. En 2016 (considerando que ya había sido revelada la investigación periodística “La Casa Blanca de Peña Nieto” en 2014 previo a las elecciones), 7 de cada 10 mexicanos pensaban que la corrupción se había mantenido igual o había aumentado algo, en cambio, para el 2018, 8 de cada 10 pensaban que la corrupción definitivamente había aumentado mucho. A esta fractura sistémica, sucedida entre 2014 y 2017, es a la que se refiere López Obrador cuando recuerda la confesión de parte de Peña Nieto sobre que “empresarios lo traicionaron, cuando les dio todo”.

En esa disputa por los recursos fiscales de la nación, está también la respuesta al porqué de la decisión peñista, de romper y fulminar a quien fuese parte de su alianza inicial, Ricardo Anaya, impulsor del Sistema Nacional Anticorrupción y de la iniciativa contra “El fiscal carnal” en conjunto con el bloque empresarial; es claro que el expresidente no se vio mejor librado en entregarle el poder a esa opción. La reforma hacendaria, la respuesta del empresariado, la incapacidad conciliadora y la contraofensiva gubernamental, fue desgastando la vieja colaboración gobierno-empresarios, hasta romper la estabilidad alcanzada durante casi 30 años.

Para ponerlo en perspectiva, de acuerdo a Parametría, en la elección de 2012 la corrupción no era un tema central en la mente de los votantes, en 2015 ocupó un lejano tercer lugar en la decisión de voto, pero en 2018 se convirtió en el principal tema y sin duda el principal beneficiario y quien mejor alineó su discurso a la coyuntura fue López Obrador, es decir, la fractura contribuyó a ponerlo en la silla. Lo anterior coincide con lo observado por el Instituto de Economía de la Universidad de Barcelona: un elemento que influye en la caída de los partidos tradicionales son los escándalos de corrupción de alto impacto, ya que amplía el efecto de la fragmentación política.

Éste es el antecedente inmediato de lo que fue Va x México, construido por Claudio X. González y los partidos PRI-PAN-PRD para afrontar el 2021, una coalición que terminó por fracasar en el legislativo y que hoy, de acuerdo a Reforma 7 de cada 10 electores rechaza. Es el por qué la coalición estuvo llena de desconfianzas, reales y ratificadas, así como diferencias políticas e ideológicas que López Obrador sigue explotando y aprovechando. Ahora nos presentan Unid@s, sin embargo, el proyecto no ha tenido buena recepción entre la opinión publicada, basta escuchar y leer los editoriales.

En este recorrido nos encontramos con dos Claudios, el primero, que colaboró proactivamente con el Estado mexicano para construir mejores condiciones educativas, un Claudio que tuvo una agenda de políticas públicas definidas durante más de una década, y el segundo Claudio, que ha caído en un profundo desgaste político. Soy un convencido de que este personaje de la vida nacional no dejará de estar en la esfera pública en muchos años, pero quizá le llegó el momento de replantearse y tomar aire, porque como dijera López-Dóriga, “cuando se hace lo mismo, con los mismos, el resultado es el mismo”.