Una más de Mier, el imprudente
ROZONES
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Una más de Mier, el imprudente
Con la novedad de que quedó más que registrado el desastre, que unos achacan a la falta de pulso y otros al exceso de protagonismo, del coordinador de los Diputados de Morena, Ignacio Mier. Y es que, nos hacen ver, el poblano simplemente desdeñó los esfuerzos hechos la víspera por el equipo de Claudia Sheinbaum para atajar el nerviosismo en los mercados bursátil y cambiario, provocado por el hecho de que Morena tendrá un poder desmedido en San Lázaro. Ante ello se buscó calmar las aguas, a través del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. Y parecía ir funcionando la acción hasta que ayer el diputado se apresuró a anunciar que la mayoría morenista alista reformas constitucionales incluida la más polémica: la del Poder Judicial. Debió entonces activarse un nuevo control de daños: Mier echarse para atrás y quedar exhibido. En Morena, nos dicen, no pudo ganar la postulación al gobierno de Puebla y ahora, por lo ocurrido ayer, difícilmente podría ganar otra cosa en el segundo piso de la 4T. Uf.
Y a donde llegó la ola morenista fue a Coahuila, porque resulta que en la contienda por el Senado de la República, Luis Fernando Salazar derrotó nada menos y nada más que al exgobernador Miguel Riquelme, al que algunos hasta hace poco consideraban el mandatario mejor evaluado. Se vio, nos comentan, que al priista no le alcanzó ni la fama ni la racha de no haber sido derrotado antes. Y es que con más de 700,000 votos, el abanderado de la coalición Sigamos Haciendo Historia, nos dicen, desde ahora ocupará un papel relevante en la recomposición del escenario político del estado norteño. Quien antes fue diputado llegará al Senado en octubre, fortalecido también por una cercana relación con la futura presidenta, Claudia Sheinbaum. Será por lo pronto el próximo domingo cuando Luis Fernando Salazar reciba la constancia de mayoría en la capital del estado. Ahí empezarán a cambiar algunas cosas.
Y ya que ha comenzado la revisión de los números de la elección presidencial no se puede perder de vista que con una participación ciudadana superior al 60 por ciento, fue en el estado de Tlaxcala, que gobierna Lorena Cuéllar Cisneros, donde fue abonada a la cuenta de Claudia Sheinbaum, en su carrera a la Presidencia, la cantidad de 512 mil 774 mil votos. Así lo arrojan los cómputos distritales, ya con el 100% de las actas contabilizadas. Entre quienes revisan este indicador que se presenta a nivel local, se considera que la causa principal es la aceptación que mantiene el movimiento de la 4T, y nos hacen notar que en ello mucho tiene que ver la actuación de las autoridades más próximas a los ciudadanos, en este caso, el gobierno estatal. Lorena Cuéllar, nos dicen, ha dado cuenta en estos días de que la participación que se dio en su entidad a nivel distrital ha roto récords, y el dato se aprecia justamente en la cantidad de votantes por distrito. Ahí el dato.
Y es la voz del senador Germán Martínez, quien participó muy de cerca en la campaña de Xóchitl Gálvez, la que ha estado resonando en estos días, pues a contrario de lo que liderazgos de partidos como el PRI y el PAN propugnan, ha advertido como un contrasentido que entre las filas de la oposición se pretenda inventar una narrativa de fraude en el actual proceso electoral, y que en esa ruta se pudiera desacreditar al INE. Un criterio similar es el que ha sostenido el que fuera presidente del organismo electoral, Lorenzo Córdova, para quien señalar que hubo fraude es un poco emular lo que en su momento hizo el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador. Acusar al millón de ciudadanas y ciudadanos, que son nuestros vecinos y que fueron los garantes de que nuestra voluntad en la boleta prevaleciera, de actuar en contra de la democracia, es una enorme irresponsabilidad. Germán ha planteado reconocer e incluso reconciliarse con la derrota. Y parece ser ese el punto de partida del nuevo tiempo. Pendientes.
Y la conclusión de los cómputos distritales de la elección presidencial ha venido a revelar lo que se perfila como el fin del Partido de la Revolución Democrática, una institución que marcó momentos estelares de la batalla por la democracia en el país, pero que poco a poco fue desapareciendo como opción para la gente, por sus conflictos internos y por la acción de muchos que en sus filas se formaron y después le hicieron la guerra desde otras trincheras. Ayer se confirmó que el sol azteca ha alcanzado solamente el 1.8 por ciento de la votación, esto es, que no logra el umbral del 3 por ciento para mantener su registro. Jesús Zambrano, a quien otro militante de alto rango hace unas semanas le anticipó que sería el enterrador del partido, ha salido a anunciar que abrirá litigios para recuperar votos y a decir que es falso que el INE haya declarado que el PRD perdió el registro. En eso tiene razón, nos comentan, los que están dando por muerto al partido amarillo son los votantes del país. Uf.
Con la novedad de que “Ludoviquito P. Luche” logró llegar a la quinta regiduría del municipio de Metepec, Estado de México, en las pasadas elecciones del 2 de junio. José Miguel Pérez Saint Martin, actor que interpreta al personaje de la serie televisiva que encabeza Eugenio Derbez, recibió ayer su constancia que lo acredita como regidor en el gobierno municipal de Fernando Flores, por el Partido Acción Nacional (PAN). Nos dicen que al menos él se salvó de las burlas de que fueron sujetos en redes sociales otros personajes de la farándula que participaron en la contienda electoral y no ganaron nada. Caso de Brenda Bezares, esposa de “Mayito” Bezares, excompañero de Paco Stanley. Otros que perdieron son Roberto Palazuelos, quien buscaba convertirse en senador y Antonia Salazar, conocida como “Toñita”, que quería una diputación en Ecatepec. Así los casos… pero que siga el show.