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Salvador Guerrero Chiprés

Martí y dúo de SOS

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

En dramáticas y estelares coyunturas, con la voz de algunos activistas a través de quienes habla la plenitud de la sociedad civil, se nos permite identificar con sintética claridad la dimensión de problemas y limitaciones de actores con la responsabilidad de enfrentar ciertas amenazas al Estado nacional.

Hace 15 años, la entonces prevaleciente realidad y atmósfera cruenta de homicidios, secuestros y percepción de impunidad era vivida y percibida no solamente por segmentos de la población sin voz y sin poder sino, sobre todo, por segmentos de la élite mexicana.

La gigantesca manifestación contra la inseguridad del 2004 con una menor asistencia en la reeditada de 2008 reveló el involucramiento convergente de clases populares y medias en una movilización menos ideológica que práctica: o nos movemos o no existe alternativa de continuar frente al deterioro de las capacidades institucionales.

En agosto del 2008 ocurrió la admonición de Alejandro Martí. Habían pasado 21 días del asesinato de su hijo Fernando. Resonó su voz comprometida y dramáticamente clara con “Si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden: renuncien”.

La muerte este lunes del empresario y padre de un hijo asesinado a los 14 años, nos provee de una nueva oportunidad de recordar la emoción social personificada en la tragedia de Martí ante el entonces presidente Felipe Calderón cuando presentó su dolorosa crítica nacional.

Cuando se expresó en aquella reunión, el secretario de Seguridad Pública federal era el ahora encarcelado en Estados Unidos, Genaro García Luna. Ni Calderón había sido capaz de advertir la dimensión corruptora

de su equipo.

Martí, quien pedía reconocer a policías, ministerios públicos y jueces honrados, supo mantenerse alejado de la tentación de politizar la tragedia y de quienes acostumbraban hacerlo. Su activismo construyó organismos trascendentes como México S.O.S. y contribuyó a las dinámicas de donde surgió el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX.

Ayer, en un contexto radicalmente distinto —hay disminución de 58% en incidencia delictiva en la capital—, se conmemoró el primer año de una estrategia ejemplificadora del valor del trabajo conjunto desde el gobierno y en alianza con la sociedad civil, SOS *765, una herramienta impulsada por la exjefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, y operada por la secretaria de las Mujeres, Ingrid Gómez, de atención inmediata a la violencia de género.

En 15 años, hay avances verificables y como lo mencionó el Jefe de Gobierno, Martí Batres, se atienden sin regateos los derechos de las mujeres. La fiscal Ernestina Godoy dio una buena noticia: en lo que va del año, han bajado 26% los feminicidios al comparar con el mismo periodo de 2020. Voluntad ante desafíos.

En una entrevista con el periódico Reforma, en 2019, Martí resumió su tiempo de activismo: “Si existe alguna vida en otro mundo, le diré a mi hijo: ‘misión cumplida, eso es lo que hubieras querido’”.