La violencia contra los pueblos autóctonos de Canadá, y en particular sus niños, ha conmocionado al mundo. Bajo el amparo de diversas iglesias, fue ejercida por colonizadores con la fachada de una misión supuestamente civilizatoria, educativa; en realidad, instalaron un modelo que permitió toda clase de abusos y agresiones, hasta el asesinato. Hace apenas dos meses, una serie de hallazgos —cadáveres, restos humanos— dio paso a un duelo y una crisis nacional cuya salida sigue pendiente. Presentamos un informe exhaustivo que incluye el análisis de esa institución, reconocida por los propios gobernantes de su país como un genocidio cultural.
Internados y niños autóctonos en Canadá
Adriana Pacheco