Que alguien nazca con un determinado sexo no implica que emocional, anímica y socialmente se identifique con ese género. Luego de siglos de ser invisibles para la mayor parte de la sociedad, hace poco entraron al discurso general las personas trans, pero falta mucho para que la mentalidad dominante cis —en la que sexo y género se corresponden— reformule su concepto de lo que es normal. Aquí, una mujer trans cuenta su aprendizaje entre los pronombres él, con el que nació, y ella, el que finalmente adoptó.
Mi cuerpo masculino feminizado
Ever Aceves