Hay en el poeta colombiano León Gil una obsesión por llamarse antipoeta, pero en su insurrección nunca ha dejado de escribir en verso. En su poesía encontramos temas de la vida cotidiana que él suele volver irreverentes, como el despecho que desea el mal a la figura amada, el cuerpo y sus escondrijos, la mujer que no desea el fruto de su vientre, dioses que lloran. Tiene la teoría de que los perros están unidos a los poetas y los borrachos
Versos de amor sensual
León Gil