"Doloridas, sin consuelo, vienen a cumplir el oficio de llorar a sus hermanos", señala el coro en Los sietecontra Tebas, de Esquilo. En estas páginas, como en el teatro griego, dieciséis voces se reúnen para recordar,para subrayar sus afectos por el director de este suplemento desde su aparición, en junio de 2015: Roberto Diego Ortega. El conjunto destaca un gesto, un carácter, una memoria tejida a través de la amistad de años o de pocosmeses de intercambiar correos. El conjunto aplaude su vida noble, su trabajo más que luminoso. Descanse en paz.
Mimo y oficio
Marta Rebón
Hacia el final del mes de junio, una noticia sacudió la campaña criminal del régimen de Vladímir Putin contra Ucrania, tras dieciséis meses de mantener la invasión bélica a este país y sus ataques indiscriminados, sin distinguir objetivos militares o civiles. Su ariete ha sido el Grupo Wagner —literalmente, un ejército a sueldo que ha reclutado a decenas de miles de mercenarios y exconvictos dispuestos a todo—; sin embargo, esta vez se rebeló contra su contratista principal del Kremlin. La escritora barcelonesa Marta Rebón comparte su análisis
El oligarca Prigozhin no tiene quien le escriba
Marta Rebón
A un año de los ataques no sólo contra objetivos militares sino también civiles, con la destrucción masiva de pueblos y regiones que estas páginas reflejan, la eslavista barcelonesa Marta Rebón —quien ha dedicado ya su libro, El complejo de Caín, a las relaciones entre la literatura de Ucrania y Rusia—, ensaya un balance de esta campaña criminal. Indaga en las motivaciones del régimen de Putin, el vínculo de la historia, la literatura y la pintura con la supuesta grandeza e identidad nacional, moldeadas al capricho de sus designios. Complementamos el análisis con una crónica en dos tiempos de la escritora ucraniana Kateryna Mikhalitsyna, quien nos muestra cómo su pueblo —con inaudita valentía— resiste y sobrevive a la devastación, bajo los bombardeos.
Si una noche de invierno un dictador
Marta Rebón
Luego del número 341 de El Cultural, esta segunda entrega sobre el tema “De las letras a la guerra” responde a la devastación intensificada desde entonces por los designios de Vladímir Putin. Hoy ningún indicio apunta al final de los ataques contra Ucrania, y esa amenaza cumplida amaga al resto del mundo de maneras imprevisibles. Ante este panorama, convocamos de nuevo a la escritora barcelonesa y notable eslavista Marta Rebón, cuyo nuevo libro, El complejo de Caín. El “ser o no ser” de Ucrania bajo la sombra de Rusia (Ediciones Destino), comienza a circular en los primeros días de junio.
Kurtz en el Kremlin
Marta Rebón
La literatura rusa sería distinta sin los autores ucranianos que la han enriquecido desde sus orígenes: forman parte de una misma historia. Este repaso de Marta Rebón —la crítica literaria y traductora barcelonesa, a quien damos la bienvenida en El Cultural— sugiere, en consecuencia, la imposibilidad de excluir una de otra. La decisión de Vladimir Putin, que inició una guerra literalmente fratricida, no podrá disolver los lazos históricos y culturales que alimentaron el retrato satírico de Gógol, a la vez que distinguen la singularidad de ambas naciones. Es una herencia difícil, que se diversifica hasta nuestros días y aquí se hace visible.
El capote ucraniano de Gógol
Marta Rebón