Aunque en 2018 la difusión de material íntimo y el acoso sexual cibernético fueron tipificados como delito en Puebla —y 18 entidades los han incorporado a sus códigos penales—, el problema no ha perdido relevancia. ¿Qué tormenta interior se desata cuando circulan en internet fotos explícitas enviadas por una chica a su novio y difundidas por él cuando termina la relación? El testimonio de Carmen refiere los alcances de esta nueva conducta delictiva, mientras permite vislumbrar que también es factible sobreponerse a su daño.
Violencia digital: habla una víctima
Memo Bautista