Abordar en un texto los estragos de la guerra contra el narco, el dolor de los demás —recordando aquel libro de Susan Sontag—, precisa de una reflexión ética. Rafael Acosta la ensaya, transitando por varios ejemplos de la literatura mexicana contemporánea, como Fernanda Melchor, Yuri Herrera y Sara Uribe. Con una postura contra la espectacularización de la crueldad, el autor propone representarla de forma no gráfica y, entonces, hacer difícil el acceso a ese sufrimiento: exigirle a quien lee “que transforme esa emoción en un proceso simbólico”.
Escribir sobre la violencia
Rafael Acosta