Sara Sefchovich

A veces sólo “el rumor del tiempo” —en palabras de Ósip Mandelshtam— nos permite mirar distinto, pero cuando ese rumor es un estruendo, de golpe, todo lo que creíamos constituido se desdibuja. Así ocurrió el pasado 8 de septiembre con el área de Marrakesh, en Marruecos, arrasada por un terremoto. A la luz de la destrucción, Sara Sefchovich recuerda cómo, casi sin querer, quedó fascinada luego de visitar el lugar, y cómo hoy, la irremediable fuerza de la naturaleza resignifica su visión de esa zona del mundo

Estoy llorando por Marrakesh

A juzgar por pláticas de sobremesa, las noticias de algunos medios y las redes sociales, pareciera que las mujeres están en todo, que sin duda emergen para revertir de fondo la oscuridad de siglos apuntalada por el sistema patriarcal. Sara Sefchovich se lo cuestiona a partir de un hecho puntual: al hablar de pensadores, los especialistas que premian con ese término la tarea de mentes notables “no encuentran” ejemplos femeninos, salvo un par de nombres aislados y bajo la condición de que las aludidas estudien asuntos de género.

¿Pueden las mujeres ser pensadoras?

Desde luego, en El Cultural es bienvenido el diálogo, el intercambio de ideas. En este caso, la socióloga e historiadora Sara Sefchovich responde de motu proprio al texto de Juan Domingo Argüelles publicado en estas páginas el sábado previo, en el que cuestionaba el Premio Nobel de Literatura. Además de coincidir con la visión general del ensayista, la autora enumera criterios extraliterarios que determinan estas distinciones, entre ellos intereses económicos de las editoriales y “modas ideológicas”, como la corrección política.

Diatriba de muchos premios de literatura

Gabriela Mistral se integró a la nobleza literaria al obtener el Premio Nobel de Literatura en 1945. Esta vez la recordamos a propósito del centenario de la creación de la Secretaría de Educación Pública, cuyo primer responsable —José Vasconcelos— invitó a la autora chilena, a fin de realizar un libro educativo para niñas. Sara Sefchovich revisa que, en efecto, durante los años veinte Mistral armó una antología de corte pedagógico y moral, acorde con su visión de “lo femenino”. En ese marco, el texto que publicamos se presentó recientemente en El Colegio Nacional, en la mesa “Arte y revolución: Presencia y voz de las mujeres”.

Niñas que son mujeres o mujeres que son niñas

"Que no era para tanto"

El deseo de dar vida a realidades más equitativas en el mundo de hoy ha llevado a sectores del feminismo a acuñar el término sororidad. Pero, ¿crear una palabra provoca que de inmediato nazca lo que nombra? ¿En qué medida una voz expresa un deseo que, si se encuentra escindido de los hechos, termina por mostrarse estéril? Este ensayo, de la académica y feminista Sara Sefchovich, analiza por qué la sororidad no existe o, más bien, sí existe pero no entre todas las mujeres ni por el mero hecho de serlo.

Sororidad: un imposible