Audi Q8 2020, sofisticada por dentro y por fuera

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Llegó el momento de conocer la Audi Q8, la firma de los cuatro aros sorprendió con un producto muy bien logrado. Para dar vida a esta SUV Coupé, Marc Liche, diseñador en jefe de Audi, se inspiró en el gran icono deportivo de la marca: el Quattro.

Al frente destaca la enorme parrilla octagonal, que junto a unos grupos ópticos estilizados LED da una imagen agresiva, pero limpia y elegante al mismo tiempo. Al costado llama la atención la ausencia de marcos en las puertas. Por cierto, no todo se queda en imagen, sino también la atractiva estampa viene respaldada por un coeficiente aerodinámico de 0.34 cd.

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Nada mal si consideramos que la Audi Q8 es una gigantona de 4,986 mm de largo, 1,995 mm de ancho, 1,705 mm de alto y con 3 metros entre ejes, al mismo tiempo que en la báscula marca 2,240 kg de peso.

Si por fuera la Q8 es intimidante, por dentro sigue la misma tónica combinando un diseño limpio con materiales de altísima calidad con una sorprendente combinación de texturas y colores.

Hablando de ello, literalmente quedarás apantallado al ubicarte en el puesto de mando, ya que encontramos tres pantallas, comenzando por el Virtual Cockpit de 12.3 pulgadas que sustituye a los clásicos relojes análogos.

Más abajo, justo en la consola con acabado tipo piano, hallaremos dos pantallas. La superior es de 10.1 pulgadas la cual se utiliza para controlar el sistema de información, entretenimiento y la navegación. Bajo ésta hay otra pantalla de 8,6” donde el conductor puede introducir textos, gestionar el aire acondicionado y las funciones de confort.

Ya entrados en este tema, la Q8 cuenta de serie con una larga lista de equipamiento en el que podemos resaltar el Sistema de Navegación Plus MMI con MMI touch, el cual básicamente a través de un lenguaje natural va prediciendo tus preferencias o lugares habituales, recordando hasta 400 configuraciones.

Por su parte, con la aplicación myAudi, el conductor también podrá enviar destinos de navegación, música en streaming o citas del calendario desde el teléfono hasta el sistema MMI. El audio 3D es de Bang & Olufsen.

En cuanto al espacio interior, éste es bastante generoso. La cajuela anuncia una capacidad de 605 litros, la cual se puede expandir hasta los 1,755 litros con los asientos abatidos.

La Audi Q8 está construida sobre la plataforma MLB Evo del Grupo Volkswagen, la misma que da vida a Porsche Cayenne, Bentley Bentayga y Lamborghini Urus.

A nuestro país llega la versión Q8 55 TFSI, lo cual quiere decir que debajo del cofre encontramos un motor V6 de 3.0 litros TFSI, que entrega 340 hp y 369 lb-pie de torque, mismo que se acopla a una transmisión automática Tiptronic de ocho velocidades. La tracción es a las cuatro ruedas a través de un sistema Quattro y la suspensión es neumática regulable.

Pero lo más interesante es que incorpora tecnología Mild Hybrid de 48 volts, que además de realizar las funciones de Start/Stop puede apagar el motor a combustión por 40 segundos para hacer una función de “planeo”. Además de beneficiar en el consumo de combustible, este sistema también aporta una dosis extra de “punch” vital para lograr el 0 a 100 km/h en apenas 6.2 segundos y lograr una velocidad máxima de 250 km/l (limitada electrónicamente).

Otro punto a destacar es que esta Audi cuenta con dirección en todas las ruedas, mismas que pueden girar las llantas traseras hasta cinco grados en contra de la dirección del giro a bajas velocidades, para aumentar la agilidad y a velocidades más altas en la misma dirección de giro para obtener una mejor estabilidad. Esto ya lo habíamos visto en el A8, pero no deja de maravillar.

En ciudad, la Q8 resulta bastante cómoda, incluso, pese a sus dimensiones es fácil de medir. La suspensión siempre hace un excelente trabajo, aun cuando el pavimento esté ligeramente maltratado puedes ir a 50 km/h o a 180 km/h y viajarás con prácticamente la misma tranquilidad y aplomo. Es tan suave y silenciosa como un Zeppelin en el aire.

En caminos de montaña y sólo en curvas muy cerradas el peso de dos toneladas se hará ligeramente presente. La dirección que presume una gran fidelidad responde muy bien en todo momento. Ya sea por una excelente puesta a punto, pero la electrónica es casi imperceptible en su andar. Hay que mencionar el diferencial, que distribuye al eje delantero y al eje trasero en una proporción de 40:60.

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