La Toyota Tacoma, que ya cumple 15 años de haber arribado a nuestro país, actualmente se produce en Tecate y recién comenzó su fabricación en Guanajuato. Con esto deja de fabricarse en el vecino país del norte y recordemos que es un modelo único en el mundo, pues se vende únicamente en Norteamérica. Si bien no es de las pickups preferidas de la marca en México, como lo es la Hilux que en 2019 colocó en el mercado 17,654 unidades; esta Tacoma logró posicionarse con 5,516 modelos, un número muy representativo de que hay interés por la misma en nuestro país.
Ahora para su modelo 2020, la Toyota Tacoma recibe un ligero facelift como mejoras en equipamiento, que te develaremos en esta prueba. Se vende en tres versiones que van desde los $626,900 hasta $766,600 pesos, esta última para la variante Edición Especial 4x4.
En el tema de diseño, como te mencionamos en el párrafo anterior, existe una versión especial, y justo es la que probamos, emplea un color azul único, muy bonito que roba muchas miradas. Encontramos nueva parrilla, nueva facia frontal, calaveras, rines de 17” de seis brazos de diseño único y estribos con antiderrapante en el área posterior como laterales.
En temas de equipamiento, ahora posee sistema de infoentretenimiento con una pantalla táctil de 8” y que es compatible con Android Auto como Apple Carplay (además posee BT, navegador como USB y reproduce MP3/WMA/AAC). Estrena encendido presencial, cargador inalámbrico, asientos calefactables, clima bizona, quemacocos y vestiduras de piel (sólo en la Edición Especial).
Al tener un techo bajo, producto de su diseño. Sólo ofrece una buena habitabilidad para conductor como acompañante, no tanto para pasajeros posteriores quienes van algo apretados, pues no cuenta con espacio para meter los pies debajo del asiento (esto obliga a que tengan las piernas algo levantadas) y el espacio para cabeza como hombros sea reducido.
La transmisión es automática de seis velocidades, que pasa la energía a través de un sistema 4x4.
Seguridad. Como buen Toyota esta Tacoma 2020, viene cargada de seguridad como siete bolsas de aire, cinco cabeceras, control de estabilidad y tracción, ABS, distribución electrónica de frenado y asistencia de frenado.
Tiene bedliner y emplea una tapa plegable que, dependiendo el tamaño de carga que llevemos, se puede doblar en tres diferentes partes. La capacidad de carga es de 635 kilos para la variante de entrada y de 530 para las otras dos.
Al mando de la Tacoma, lo primero que percibes es la posición de manejo, la cual no es tan alta como otros modelos de pickup del segmento, es más parecida a la de un coche tradicional. Lo anterior es causado por el techo bajo que tiene, lo que obliga a tener poco espacio para la cabeza. No se sacrifica en ningún momento la visibilidad, la cual es bastante buena.
La aceleración, así como la respuesta al arranque, es realmente excepcional. El peso de la camioneta, de alrededor de dos toneladas, no se percibe para nada gracias al motor de 3.5L V6, la camioneta corre con toda facilidad al exigírselo. Esto facilita las maniobras de rebase en el día a día y estamos seguros también, en actividades off road como en labores de remolque.
Y ya que hablamos de arrastre, esta Tacoma que probamos viene con paquete especial (con gancho y arnés de siete pines), sistema Tray Sway Control y tracción 4x4 que según se requiera, se opera con una perilla, ya sea 4L o 4H. Su capacidad de remolque es de 1,586 Kg.
Por otro lado, la ejecución de los cambios de la caja de seis es bastante suave, casi imperceptible, generando un buen confort de marcha. La dirección, por su parte, es muy comunicativa, sientes lo que sucede en las ruedas en cada giro.
Tema aparte y algo que no nos gustó es la suspensión, pues la pickup sí se siente brincona. Si bien hace un trabajo efectivo pasando por cualquier hoyo o bache, se siente todo lo que hay en el asfalto o en el camino en el estemos circulando.
