Por principio de cuentas hay que decir que el Mazda3 Turbo no pretende rivalizar con un León CUPRA o un Golf GTI, esa fue la labor durante un tiempo del Mazdaspeed 3.
Es cierto, tiene un motor turboalimentado con mucho torque, pero éste no es un motor explosivo como lo es el bloque 2.0T de Grupo VW, es más bien un motor progresivo que ofrece muy buenos niveles de respuesta en toda la banda. Dicho de otra manera, acelera firme y siempre tendrás potencia más que suficiente, pero no te va a pegar al asiento.
La transmisión, por su parte, no es muy rápida, pero a cambio entrega mucha suavidad de funcionamiento, lo que vas a agradecer, sobre todo, en condiciones de tránsito intenso o a baja velocidad.
La suspensión y sistema de frenos no recibieron modificaciones con respecto del Mazda3 de motor aspirado, con lo cual queda claro que el ajuste no tiene orientación deportiva. De hecho, si tuviera que criticar algo al Mazda3 Turbo, sería justo el tema de los frenos, hacen el trabajo, pero se pueden fatigar al tratar de contener tanta potencia en una situación de exigencia un tanto prolongada.
A nivel de concepto, el Mazda3 Turbo, desde mi punto de vista, es un rival más frontal de un BMW Serie 1, un Audi A3 que ya no ofrece variante hatch en nuestro mercado, pero no olvidemos que el año que viene habrá un Mazda3 Turbo Sedán y, evidentemente, también el Mercedes-Benz Clase A.
Su hatchback compacto con motor turbo entrega una dinámica de conducción refinada, con mucho aplomo, así como potencia sobrada para moverse con mucha agilidad. Con lo cual, en estricto sentido se apega más a lo que buscan ofrecer las marcas premium. Quitando las variantes M, RS y AMG por supuesto.
No falta nada en cuanto a equipamiento, climatizador bizona, Head Up Display, quemacocos, compatibilidad con CarPlay y Android Auto y un audio Bose que suena impecable hacen de la experiencia en el interior, sin ser premium, algo muy gratificante.
- El dato: Es el primer modelo que adopta una versión evolucionada del diseño Kobo e incorpora una expansión dinámica.