La apariencia exterior no guarda ninguna similitud con el modelo que le precede, se denomina internamente como SU2 y es pariente directo de otro vehículo coreano, el KIA Seltos.
Las líneas redondeadas de la parte baja de la carrocería, sumadas a los prominentes pasos de rueda, la hacen ver robusta, incluso más ancha de lo que en verdad es, y ya que hablamos de medidas conozcamos todas las cotas de Creta.
Las tapicerías en la versión Limited son de piel con dos texturas, a los costados piel lisa y al centro de los asientos con un bruñido romboidal perforado que se agradece por otro lado, la calidad de plásticos y textiles se siente un poco por arriba del precio. Los asientos traseros presentan la misma coherencia de materiales que los delanteros y son abatibles 60-40% y la cajuela nos ofrece un área de carga que va desde los 408 litros, con la segunda fila funcional, y hasta 1,401 litros con la banca trasera totalmente abatida.
El cuadro de instrumentos nos presenta una pantalla de 7 pulgadas, configurable, flanqueada por algunos instrumentos tradicionales, es decir, de agujas: el tacómetro a la izquierda y el medidor de nivel de combustible y temperatura a la derecha. Al centro del tablero se ubica una pantalla táctil de 10.25 pulgadas que está perfectamente integrada al diseño, y un poco más abajo, a la altura de la palanca de la transmisión se localiza un panel de carga inalámbrica para smartphones compatibles y evidentemente Creta se entiende con el CarPlay o Android Auto, además de ofrecer la posibilidad de replicar la pantalla del teléfono en la del vehículo.
El motor turbo, la caja de cambios robotizada y la puesta a punto en general -que nos ofrece más libras de torque que caballos- me hicieron cambiar de opinión ya que el desarrollo es muy satisfactorio, en ciudad se mueve con soltura, y no presenta notoriamente ese desagradable turbo lag cuando arrancamos desde cero. La caja hace su trabajo sin sobresaltos y solamente se “confunde” un poco cuando las condiciones de tránsito nos obligan a acelerar súbitamente y luego frenar, para inmediatamente acelerar de nuevo.