Este nuevo March 2021 no es de nueva generación, fue sometido únicamente a un fuerte trabajo de bisturí en términos de diseño y actualizado en equipamiento.
Este hatchback recibió un fuerte rediseño exterior, en los cambios se comprenden nuevas facias, parrilla V-Motion más grande en negro brillante con cromo, insertos imitación fibra de carbono (uno está para enmarcar la parrilla y el otro como difusor trasero). Carrocería bitono (la que probamos negro con rojo), acabados en negro brillante en protectores de puertas, alerón, cubiertas de espejos.
Adicional encontramos nuevas óptimas principales más alargadas, renovados faros de niebla, calaveras LED, calcomanía en negro en puertas y rines de 16”.
Por dentro luce prácticamente igual, aunque se renovó el volante y se incorporaron insertos de acabado negro piano con una peculiar textura; en las agarraderas de las puertas, también está el mismo acabado, pero la textura es lisa. Las vestiduras de tela de los asientos son nuevas, se perciben de buena calidad y durables.
En este apartado Nissan puso más atención, pues ahora todas las versiones que se comercializan incluyen seis bolsas de aire, frenos ABS y distribución electrónica de frenado.
Bajo el cofre seguimos encontrando la misma mecánica que comparte con el Versa de generación que se denomina hoy en día como V-Drive, éste es un 1.6 L de cuatro cilindros con 106 caballos y un torque de 105 lb-pie de par. Las transmisiones disponibles son manual de cinco velocidades o una automática de cuatro.
En cuestión de rendimiento anuncia un consumo combinado oficial de 17.3 km/l para la versión con caja automática.
Por dentro este hatchback sigue ofreciendo buen confort para cuatro pasajeros, cinco ya irían algo justos, pues en plazas traseras, el de en medio tendría que ir con las piernas flexionadas o invadir el espacio de los pasajeros delanteros, debido al túnel de transmisión.
El infoentretenimiento ofrece una pantalla táctil de 6.75”, trae radio, cámara de reversa y el sistema es compatible con Android Auto como Apple CarPlay.
Del lado del equipamiento otorga apertura, como encendido por botón, clima automático, volante forrado en piel, así como seguros y elevadores eléctricos.
La manufactura se percibe de buena calidad, durable, bien armada, no tiene plásticos brillosos y eso nos agradó mucho.
Este March ya es un viejo conocido, está con nosotros con la misma mecánica desde 2011. La aceleración que ofrece cumple, te da lo suficiente para esas incorporaciones a vía rápidas o realizar rebases. Muchos usuarios prefieren a este coche justo por esta cualidad, pues es superior a la de un Beat o un Kwid, por ejemplo.
En cuanto a la caja automática, funciona bien, los cambios se realizan de manera suave, pero al ser de cuatro velocidades, son muy largos y esto obliga a sobrerrevolucionar mucho el motor, al momento de arrancar o en recuperaciones de velocidad. Sin embargo, entendemos que Nissan no quisó arriesgar en este tema, para que la caja no diera lata, pues ya es una transmisión muy longeva. Pero honestamente, debió al menos actualizar está arcaica transmisión por una CVT.
Referente a la suspensión está trabaja bien, es alta, no permite que pegue el chasis en topes y hace un buen trabajo estabilizando el auto. La dirección es confortable, suave y retroalimenta lo justo para esas labores de trazado en curvas. En cuestión de frenos, éstos trabajan con premura al toque del pedal, sin sorpresas ahí.
- El dato: Con signature lamps delanteras y faros traseros tipo LED para que la noche nunca detenga tu camino.