JAC es una marca que hemos visto nacer en México y también hemos sido testigos de su crecimiento paulatino, y poco a poco nos hemos dado cuenta de que va penetrando en el mercado nacional, lo que han logrado fijándose muy bien en las necesidades del consumidor y ofreciendo una buena relación precio valor por sus productos.
Yo recuerdo muy bien el primer JAC SeI3 que probé, en el 2017, ahí en esa prueba de manejo vertí mis dudas sobre los productos de origen chino y también expresé mis dudas sobre la aceptación del público a una marca nueva.
El diseño de la parte frontal es distinta, con las luces DRL -de LED- en la parte alta y la óptica principal en la parte baja del frente, en los costados y gracias a unos insertos de vinil en la zona de las ventanas y molduras perimetrales en la parte baja de la carrocería que se conectan con las cantoneras de las salpicaderas que a su vez se integran a los laterales de las facias.
La mecánica sigue recurriendo a un motor de cuatro cilindros y de baja cilindrada, de aspiración natural, montado en posición transversal y acoplado a una transmisión continuamente variable. El esquema de suspensión es el tradicional: McPherson delantero y eje torsional en el eje trasero, los frenos son de disco en las cuatro ruedas.
La habitabilidad y ergonomía son buenas, el volante solamente ofrece ajuste de inclinación y la regulación del asiento del conductor es manual. El acceso y arranque del vehículo es mediante un “transponder” de presencia y tiene quemacocos, que es de accionamiento eléctrico. La banca trasera es abatible 60- 40% y eso aumenta el espacio de carga de 600 a 1,360 litros de carga útil.
La mayor actualización en la gama completa de JAC está aquí, ya que por fin la versión nos ofrece total conectividad con teléfonos “pensantes”. Ya se pueden vincular dispositivos Android o iOS y se obtiene la función Mirror Link. Su peso es de 1,260 kg.
EVG