Aunque la funcionalidad sea similar a la de un hatch se les llama liftback o Sportback como Audi específicamente nombra a sus modelos con esa configuración de carrocería.
Un motor poderoso, un sistema de tracción muy eficiente sumado a una suspensión tan flexible que nos puede dar el confort de un inmenso sedán o el tacto de un vehículo de pista si así lo queremos, lo único que nos podría quedar a deber es que no equipa una caja de doble embrague.
Sus principales características
El RS 5 es un viejo conocido de nuestra redacción y desde la prueba que le hice al modelo 2013 en versión coupé que portaba un capaz y escandaloso V8 atmosférico de 450 hp. Después de esa prueba decretamos que las evaluaciones de los RS serían siempre en pista en medida de lo posible, para conocer a fondo todas sus prestaciones, y así ha sido.
Unos años más tarde probamos en esta misma pista el RS 5 2018 también en su versión coupé y que nos ofrecía la misma potencia de aquel V8 sinfónico y escandaloso… ¡adivinaron 450 hp! Pero ahora emanados de un motor V6 de 2.9 turbocargado (TFSI), pues nuestro Sportback tiene esa misma mecánica en el 2021, y les recuerdo que tiene 450 hp.
El conducir en ciudad el comportamiento muy dócil -gracias al trabajo de los dos turbos, que necesitan menos presión de operación y se elimina la conocida “patada”, y el aislamiento del RS 5 es muy bueno-, la visibilidad es óptima y casi no hay puntos ciegos.
Los RS están enfocados en el manejo deportivo y todas y cada una de las adecuaciones y modificaciones que reciben esos modelos son pensadas para el buen desempeño y vaya que lo logran.
En carretera nuestros ritmos pueden ir de lo legal a lo ilegal en cuestión de segundos, ya que al hacer un rebase rondando los 110 km/h al momento de terminarlo nuestra velocidad es de 150 km/h y sin sentirlo, y manejando con el modo CONFORT, el agarre es impecable y si no se hacen movimientos bruscos que alteren el centro de gravedad es muy suave.
Aquí las cosas cambian y aquella suavidad experimentada en la carretera puede convertirse en rudeza, agarre extremo gracias al sistema Dynamic Ride Control y al manipular el modo de manejo y seleccionar DYNAMIC, la aceleración es mucho más súbita y nos de ese placer de sentir una mano invisible sobre el pecho cada vez que hundimos el acelerador.
En buenas manos es un vehículo sobresaliente y, pese a sus grandes dimensiones, se comporta como un deportivo mucho más pequeño, las asistencias en el modo Dynamic retardan su accionamiento, pero aunque uno desactive el control de estabilidad, en el momento más crítico del derrape las nanas electrónicas entrarán al rescate, pues el cerebro cibernético decide que estamos a punto de sufrir un accidente.
En pista o en carretera si decidimos ir muy aprisa el consumo de combustible será descomunal, y no nos sorprende ésa es la única desventaja que tienen los motores turbocargados. Usándolos por las buenas son muy eficientes y gastan poco, usándolos por las “malas” nos regalan mucha diversión, pero nos la cobran muy cara.
EVG
