Pocos autos pueden presumir el pedigrí del BMW M3, desde su concepción como un auto de competencias homologado para circular en vías públicas y luego evolucionando para convertirse en la referencia en cuanto a puesta a punto y retroalimentación hacia el conductor.
Llegamos a la sexta generación, la que hoy nos ocupa. Esta nueva entrega se destaca, desde mi percepción por dos aspectos; en primera instancia, adopta una estética radical y dramática. En segundo término, mide 4.8 metros, pesa 1.8 toneladas y emplea una caja automática de par tradicional, cifras todas que mentalmente chocan con el concepto de compacto deportivo.
¿Qué distingue a la BMW M3?
De serie los rines son de 18’’ y 19” adelante y atrás, respectivamente, aunque bien vale la pena pagar 53 mil pesos y optar por los de 19’’ y 20”.
El motor nuevamente es L6 3.0 litros Twinpower turbo, con impresionantes 510 hp y 479 lb-pie de torque disponibles desde las 2,750 vueltas y que se mantienen hasta las 5,500.
La transmisión es automática de 8 velocidades que reemplaza a la de doble clutch y la tracción es exclusivamente al eje trasero. Asimismo, el diferencial activo M permite distribuir el par entre las ruedas traseras para ofrecer niveles óptimos de tracción.
Hay cargador inalámbrico para teléfonos celulares, climatizador de 3 zonas e incluso posibilidad para convertir a tu teléfono móvil en la llave del auto gracias a la tecnología NFC. Debes saber que sólo está disponible para iPhone, con sólo acercar el teléfono se desbloquean los seguros de las puertas y para encender el auto, el teléfono debe estar ubicado en el cargador del tablero.
La suspensión va de dura a durísima, pero controla perfectamente la transferencia de peso y te da niveles de control que están a la par de deportivos bastante más radicales. El motor mantiene esa excelente entrega de par en toda la banda que ya ofrecía, pero en mayor abundancia.
¿Afecta la caja automática tradicional en un deportivo serio como el M3? Absolutamente no, es tan rápida y aguanta tanto el cambio en la zona roja como lo necesites, mientras que en baja velocidad es más suave y refinada. Es decir, lo hace tanto o mejor que la de doble clutch en altas velocidades y mejora sustancialmente el refinamiento para manejo en ciudad.
Por último, los frenos, en una palabra soberbios. Como los BMW de la época dorada, la capacidad de frenado es incluso superior a la de aceleración, se detiene una efectividad sorprendente y lo hace una y otra vez, como si eso que llamamos fatiga, simplemente no existiera. Esto, obviamente es fantástico porque te da confianza para llegar más rápido y frenar más tarde.
No puedo dejar de mencionar la función especial de Drift, al activarla en la pantalla te despliega el ángulo máximo, así como la distancia para luego entregar una calificación basada en una escala de 5 estrellas. Con tanto torque, sobrevirar es facilísimo, una manera muy divertida de acabar con un juego de llantas.
EVG