Las capacidades de nuestro Audi RS Q8 de prueba son escalofriantes, pues el poder es de un deportivo biplaza y no de un vehículo de estas dimensiones. Un motor V8 montado longitudinalmente, acoplado a una caja de cambios automática que envía el poder de tracción a las cuatro esquinas.
El componente mecánico se complementa con una hibridación ligera de 48 volts que cuenta con una batería de 12 kw que le reduce mucho esfuerzo al motor alimentando algunos periféricos como el sistema de infoentretenimiento o el climatizador.
Características y ventajas
Una de las ventajas de un vehículo de estas dimensiones es la gran capacidad de carga, en la cajuela tenemos un área útil de 605 litros y si se abaten los asientos traseros se incrementa a 1,755.
La larga lista de amenidades vía “APP” se conforma por Audi Connect: Car2Xsafety & Service, todos los Infotainment services, el e-Call & bCall, el amplificador de señal.
No nos olvidemos que el cuadro de instrumentos también es virtual, de 12.3 pulgadas y también está plagado de opciones para mantener al conductor bien informado y por una cuota extra se puede cambiar el diseño del cuadro de instrumentos por uno específico de RS con funciones de pista.
Nos fuimos al autódromo Moisés Solana en Epazoyucan Hidalgo, en donde pudimos exprimir a fondo y probar las capacidades de este leviatán poderosísimo, el trazado de la pista de Pachuca se compone de una zona de aceleración plena con una recta de más de 800 metros en donde el RS Q8 desarrollo casi los 200 km/h, para llegar a una curva que se toma con un doble trazo, justo después de ejercer una frenada muy fuerte, en donde la transferencia de pesos es realmente notoria, pues no se nos olvide que el vehículo pesa casi 2.5 toneladas.
Justo después de esa curva se llega a la zona más técnica de la pista, en donde se entrelazan varias curvas mediante rectas cortas, y ahí justamente es donde se puede probar el gran aplomo del sistema quattro que envía la cantidad justa de fuerza de tracción a cada rueda. La trasmisión hace su trabajo de forma correcta, y pese a no ser de doble embrague su accionamiento es muy rápido.
El turbocompresor gemelo hace que el motor siempre responda al más leve escarceo del acelerador y el torque parece interminable. En condiciones de pista y en las manos adecuadas puede ser tan rápido como un Porsche, un Lambo y evidentemente dejar sembrado a más de un Muscle Car de mayor potencia.
Ya después del manejo en la pista hubo que emprender el regreso a la ciudad, primero transitando por un camino de terracería de varios kms, tránsito urbano y autopista en donde pudimos notar que además de tener muchísimas facultades en un manejo extremo el RS Q8 nos demostró que tiene una ambivalencia absoluta y que puede ser endemoniadamente rápido en una pista y subyugantemente confortable en un mal tramo y que además es completamente usable como vehículo del día a día… ¡claro si se está dispuesto a pagar por ese desempeño un poco más de 2.7 millones de pesos!
EVG
