Insertos con costuras en color azul

Ranger, digna de ser Raptor

La hermana menor de la Lobo tiene el look y la personalidad; la suspensión es una maravilla, absorbe cualquier irregularidad que muestre

La apariencia es ruda e intimidante y el desarrollo del tren motor es brillante.
La apariencia es ruda e intimidante y el desarrollo del tren motor es brillante. Foto: Autocosmos

La Ranger Raptor se adapta mucho mejor a las condiciones de nuestro mercado y que, por cierto, es la que hoy nos ocupa.

Bajo el cofre tenemos un bloque 2.0 litros turbo diésel puesto a punto en Inglaterra, que entrega 210 hp y 369 lb-pie de torque, apenas 22 lb-pie más que el 5 cilindros de la versión XLT Diésel 4x4.

El chasis fue reforzado para soportar mejor las exigencias de un manejo deportivo fuera del camino (brincos y cosas así), la suspensión presenta un 30% más de recorrido en comparación con la de la Ranger común y tiene una altura de 283 mm con respecto del piso, los brazos son de aluminio y los amortiguadores están firmados por Fox.

Es 150 mm más grande en cuanto al ancho de vía, de ahí que fuera necesario desarrollar un kit wide body con salpicaderas y batea de carga muy ensanchados, el aspecto es imponente. Hay placa protectora en los bajos del motor y las facias son más delgadas para mejorar los ángulos de ataque y salida.

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Hay algunos insertos con costuras en color azul en el tablero, volante, reposabrazos central y palanca de cambios que agregan un toque de deportividad.

Los asientos son espectaculares, con buenos elementos de sujeción lateral, pero a la vez cómodos, forrados en una combinación de cuero y Alcántara.

En cuanto al equipamiento, tenemos una pantalla central táctil de 8” con SYNC 3 que es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, climatizador automático de dos zonas y encendido mediante botón. Aunque no cuenta con elementos que han venido ganando popularidad como cargador inalámbrico.

Tras el volante me sorprendió lo cómodo que se siente el motor todavía por ahí de las 4 mil vueltas, esto es intencional, para poder entregar un manejo dinámico.

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La transmisión cumple muy bien aprovechando la banda de torque del motor, mientras que las transiciones son suaves y rápidas.

La suspensión es una maravilla, absorbe cualquier irregularidad como si ni siquiera estuviera ahí, aprovecha perfectamente el enorme recorrido que tiene, pero jamás rebota lo suficiente como para perder el control. Y no sólo lo hace bien escalando rocas o circulando a velocidad en terracería, sino que en el asfalto, el comportamiento es muy bueno, aun teniendo en cuenta la altura.

Filtra los ruidos de rodamiento a velocidad de autopista, un logro considerando el tipo de neumáticos que calza, y lo mismo sucede con los ruidos y vibraciones del trabajo mecánico que son apenas perceptibles.

La frenada es otro punto que deja un sabor agridulce, se detiene efectivamente, pero el tacto del pedal es esponjoso y algo artificial, por lo que no resulta sencillo modular bien la intensidad con la que te quieres detener.

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