Como ya es bien sabido en los autos eléctricos, la arquitectura del MINI SE está basada en la ubicación de la batería. El piso del auto sigue siendo el mejor lugar para su acomodo. Ésta consta de 96 celdas de iones-litio y aporta 218 kilogramos de peso bruto al auto; tiene una capacidad de 28.9 kWh y promete una autonomía de 270 km. En cuanto a proporciones, con respecto a sus “hermanos” a combustión la diferencia imperceptible, tanto que, en términos estructurales, la distancia entre ejes sigue siendo la misma, al igual que la capacidad de carga.
Cuando la marca anunciaba la llegada a México, pudimos destacar detalles muy específicos de esta versión que, ahora oficialmente aterrizada en el país y procedente de la planta de Oxford, Inglaterra. Para los que estén más familiarizados con la marca, el diseño de carrocería será muy familiar salvo por los detalles estéticos que lo diferencian del resto de la gama, como el color electric yellow en los espejos que se extiende hasta los rines color grafito, así como en el anagrama “e”.
En el habitáculo, las texturas, materiales, ubicación de componentes como la unidad principal o el display digital resultarán bastante conocidos; para los que no, la sensación será de novedad y de una agradable sencillez característica de los vehículos eléctricos. Sin embargo, se puso atención en detalles clave para otorgarle el mayor feeling de MINI posible, reflejado en la forma y ubicación de todos los botones en la zona central del tablero, por ejemplo. Pese a que pudo “habérsela ahorrado”, sí tiene consola central, palanca y el posabrazos acostumbrado donde, además, se ha incluido un cargador inalámbrico para teléfono móvil. Muy bien dichas soluciones, pues hubiera sido muy triste encontrarnos con perillas selectoras que nada tienen que ver con el espíritu del auto.
La entrega de potencia es inmediata más no explosiva; para ello se tiene que hacer uso del modo de manejo Sport (tiene 4: MID, Green, Green + y Sport). La marca informa que hay en puerta versiones más potentes y será ahí cuando las sensaciones sean más alegres. Mientras tanto, los 184 hp y 199 lb-pie de torque generados por el motor eléctrico resultan más que suficientes para que cubra las necesidades de transporte básicas.
Esta situación no es grave, solo un poco limitante pues a pesar de que el rendimiento real de un auto eléctrico depende en gran medida de los hábitos o el tipo de manejo del usuario, los factores como temperatura, uso de accesorios, como el aire acondicionado, tránsito etc. pueden jugar un papel fundamental. Al respecto, el MINI SE cuenta con ayudas para contrarrestar dichas situaciones, una de ellas son los dos niveles de recarga en el sistema de frenado, así como la comunicación entre la MINI App en donde se puede monitorear el estado de carga, autonomía o estado del tránsito, pues con estos cálculos, nuestros récords de consumo podrían mejorar siempre y cuando hagamos un buen manejo.