Destaca su pantalla táctil de 10”

Golf R: genes de auto de rallies

No es un carro común, pues esconde un arsenal tecnológico; la potencia es de 315 hp y 309 lb-pie de torque

Se ilumina todo en rojo y amarillo al seleccionar los modos Drift o Nürburgring, respectivamente. Foto: Autocosmos

Al escribir esto me invade un poco la nostalgia, por un lado, porque es prácticamente un hecho que no veremos esta nueva entrega del Golf R en México, y en segunda instancia, porque a mi parecer el Golf sigue siendo el producto que representa mejor los valores de la firma alemana.

Pero el futuro lo alcanzó, y con la existencia del ID.3, así como el completo enfoque de VW hacia los autos eléctricos, muy probablemente no exista futuro para una próxima generación del Golf R. Seguramente, VW se las arreglará para llevar al mercado un hot hatch de baterías, pero no va a tener ese espíritu deportivo tan purista que tiene el auto que hoy nos ocupa.

El Golf R es una declaración tecnológica, representa cuan extremo puede ser llegar un hatchback familiar y para esta nueva generación, Volkswagen lo ha elevado a niveles de realeza en el mundo de los deportivos.

Se ilumina todo en rojo y amarillo al seleccionar los modos Drift o Nürburgring, respectivamente.

La potencia ahora es de 315 hp y 309 lb-pie de torque, el sistema de frenos es más grande, con discos de 357 mm adelante y pinzas de aluminio de dos pistones, la suspensión es más baja y adaptativa, con un ajuste para el modo sport más rígido y lo más importante, el sistema 4Motion es completamente nuevo, con diferenciales controlados electrónicamente, es capaz de enviar hasta el 100% del torque adelante o atrás, y hasta el 90% del mismo a la rueda exterior.

Hay también opcionales para aligerar el peso y, de paso, encajarte el diente con saña, como el escape de salidas dobles fabricado en titanio y firmado Akrapovic. Un capricho que cuesta unos 4 mil euros (casi 100 mil pesos). Ése es uno de tantos gadgets que ofrece VW en el Golf R, con lo cual este superhatch, puede alcanzar precios verdaderamente escandalosos.

Se ilumina todo en rojo y amarillo al seleccionar los modos Drift o Nürburgring, respectivamente.

Manejar el Golf R sobre un lago congelado, convertido en una pista de kilómetros de distancia es toda una experiencia, de las más gratificantes y divertidas que me ha tocado vivir, la única modificación en comparación con los modelos de calle eran las llantas especiales con spikes, por lo demás, el auto estaba tal cual como salen de agencia.

En condiciones con tan bajo nivel de agarre, el sistema de tracción parece que hace brujería y encuentra en instantes la llanta a la cual debe enviar la potencia para entrar bien plantado a las curvas.

En estas condiciones, además tienes que olvidarte de buena parte de las enseñanzas de manejo deportivo que has aprendido, la trayectoria para tomar una curva deja de ser la ideal, se ataca mucho más tarde o mucho antes, hay que improvisar porque lo que buscas es entrar por donde haya la mayor cantidad de grip posible. Es como con los pilotos de rally, buena parte de las veces, aunque conozcas el camino, vas a tener que trazar diferente.

Se ilumina todo en rojo y amarillo al seleccionar los modos Drift o Nürburgring, respectivamente.

Interior. Buena calidad de materiales y un aspecto muy moderno.

Destaca de inmediato el conjunto de pantalla central táctil de 10” de alta resolución y clúster digital de 10.25”, ambos con interfaz específica para este modelo y que cambia de color dependiendo del modo de conducción. Por default, todo va en color azul, el mismo que vemos en luz ambiental, costuras y demás detalles del interior.

Prácticamente ya no hay botones físicos, los mandos en el volante, tablero, clima, volumen y a la izquierda del clúster de instrumentos son todos paneles táctiles. Los asientos son de una pieza, ofrecen muy buena sujeción en la lateral y lucen espectaculares.

Se ilumina todo en rojo y amarillo al seleccionar los modos Drift o Nürburgring, respectivamente.
Se ilumina todo en rojo y amarillo al seleccionar los modos Drift o Nürburgring, respectivamente.