El Pulse es uno de esos vehículos que la marca necesita para pelear en un segmento que cada vez ofrece más opciones, y que, sobre todo, prometen seguridad activa y pasiva.
Hoy conoceremos un vehículo que ofrece algunas novedades para la marca y para el estándar del segmento en el que compite, ya que el rango de precios fluctúa entre los $350 a 450 mil pesos (MXN).
Diseño. Está enfocado en cumplir las normas de seguridad exigidas por Latin NCAP y además puede montar varias configuraciones mecánicas, aunado a que servirá como base para un buen número de productos sean de pasajeros o de carga ligera.
Como podemos apreciar en las formas exteriores, el diseño marcado de una SUV o Cross-over, voladizos cortos con ángulos de ataque y salida de 20,5 y 31,4 grados, cuatro puertas y una gran altura con relación al suelo de 22.4 cm.
Especificaciones. Un tren motor que consta de un propulsor de cuatro cilindros acoplado a una transmisión continuamente variable (nuestro modelo de prueba).
Este motor se caracteriza por tener el diámetro y la carrera del pistón muy similares por lo que se denomina un motor “cuadrado”, el cual nos ayuda a tener una mejor relación de compresión que en el caso del motor del Pulse es de 13:1 (es la cantidad de veces que se comprime la mezcla aire-gasolina dentro del pistón). Es de ocho válvulas y de un solo árbol de levas a la cabeza (SOHC).
Interior. Aquí tenemos una de las partes más propositivas del modelo ya que los interiores, pese a ser de plásticos rígidos, se presumen resistentes y de buena factura, en el caso de nuestra unidad de prueba las tapicerías son de piel sintética de buen tacto y el ajuste de los asientos delanteros es completamente manual.
Seguridad. Tiene cuatro bolsas de aire y cuenta con algunas asistencias a la conducción que no son una constante en este segmento de precio y me refiero a un sistema ADAS que consiste en un asistente de frenado frontal automático en caso de colisión inminente. También tiene una asistencia de control de salida de carril y además un sistema de atenuación de la intensidad del haz de luz de forma automática en caso de tener un vehículo de frente circulando en otro sentido.
Manejo. Ya manejando en el tránsito citadino compruebo que hay muy buena visibilidad, la postura de conducción es muy similar a la de un monovolumen -la postura de manejo me recordó a mi Renault Scenic-.
Los casi 100 hp se sienten suficientes en todo momento, la sensación de la caja CVT es rara como siempre y hay que acostumbrarse al paso para no acelerar innecesariamente de más. El trabajo de suspensión es bueno.