Llega una minivan a la redacción y nuevamente nos hace caer en la afirmación de que son el mejor vehículo familiar que hay. Sin embargo, en esta ocasión la cosa era algo distinta, se trataba de la Chrysler Pacifica Pinnacle, la versión más lujosa del monovolumen de la firma americana.
Aunque en Norteamérica, México incluido, la minivan fue quedando relegada y encasillada a un concepto de vehículo nada aspiracional y ciento por ciento funcional, en otras latitudes como Asia, las minivanes no sólo son el vehículo familiar ideal, sino también el arquetipo de la transportación ejecutiva de lujo.
La Pacifica Pinnacle de alguna manera busca atacar el segundo tipo de usuario, ya que si hablamos de espacio y practicidad, entrega lo mismo que la versión de acceso.
Interior y equipamiento. La denominación Pinnacle significa que tenemos decoraciones en metal satinado, imitación madera, una consola central reconfigurada y con más capacidad de almacenamiento.
La atmósfera en el interior es excelente, con elevada calidad de materiales y ensamble, así como gran cantidad de equipamiento de conveniencia. Está además muy bien insonorizada, el ajuste de suspensión es confortable y hay espacio de sobra. En la segunda fila de asientos se asemeja a un asiento de business class de vuelo transcontinental.
En la tercera fila pueden viajar dos adultos de talla grande con excelente comodidad.
Por otra parte, en cuanto a las amenidades no falta nada; climatizador automático multizona, techo panorámico, centro de entretenimiento para plazas traseras, cargador inalámbrico, calefacción y enfriamiento para asientos frontales y un inmenso etcétera.
Manejo. Bajo el cofre encontramos la misma configuración mecánica, V6 Pentastar de 3.6 litros con 297 hp y 262 lb-pie de torque asociado a una transmisión automática de 9 velocidades.
El tren motor le va de maravilla a la minivan de Chrysler, se percibe sobrado, transmite esa seguridad de que cuando sea necesario, habrá capacidad de respuesta para recuperaciones y rebases.
Aunque el ajuste de la suspensión es muy orientado a la comodidad, la Pacifica va muy bien plantada y puede rodar a excelentes ritmos en carretera. Las minivanes siempre se manejaron bien gracias a sus enormes distancias entre ejes y bastante peso en el eje trasero, y aquí no es diferente, solamente que además, el binomio motor transmisión funcionan tan bien, que se siente más briosa de lo que normalmente son este tipo de vehículos.