La llegada de T-Cross implicó para Volkswagen una gran presencia en el segmento B, en el que apenas por debajo de Tiguan y Taos la marca comenzó a afianzarse en el mercado nacional con sus SUV, misión que también fue establecida para el mercado norteamericano. Aun así, T-Cross siempre nos dejó ávidos de un motor más competente, algo que sí tenía el modelo brasileño.
Así que para la primera revisión de Volkswagen T-Cross, la marca alemana decidió darle la vuelta completa al asunto y, no comenzar de cero, pero sí como debió haber sido, por lo que ahora el mini SUV nos llega de la India, actual casa de modelos MQB-A0 como Virtus; se integra al nuevo lenguaje Volkswagen y estrena el motor que desde un inicio le pedimos.
La homologación de plataformas (MQB-A0) en la planta de Volkswagen en India implicó un aumento de volumen para T-Cross (+22 mm y + 4 mm en longitud y altura, respectivamente).
En el interior nos llevamos gratas sorpresas, comenzando con un nuevo diseño de tapicería para los asientos, techo corredizo, pantalla táctil de 10” con conectividad Wire & Wireless App-Connect, USB & Bluetooth vinculada tanto al display digital como al nuevo volante multifunción.
Nuevo Motor. No hace falta decir que el apartado mecánico es el más significativo en esta evolución del Volkswagen T-Cross. El veterano motor 1.6 litros MPI cedió su lugar al novedoso cuatro cilindros TSI turbo de 1.0 litros, el cual hace mancuerna con la conocida Tiptronic de 6 velocidades. Por su parte, el bastidor conserva la configuración McPherson en el eje delantero, semindependiente en el posterior, así como frenos de disco adelante y tambor atrás.
El comportamiento de Volkswagen T-Cross ha cambiado exponencialmente, la inclusión del nuevo 1.0 TSI saca a relucir todas las bondades de la MQB-A0: buena rigidez estructural, ligereza y hermetismo que se refleja en la calidad de marcha, cómoda en la mayoría de las situaciones de manejo, paso por brechas o caminos irregulares incluidos.
Fue de llamar nuestra atención la cifra de consumo medio otorgada por la telemetría de T-Cross: 6.7 km/l en tiempo real. Luego de recargar los 30 litros consumidos, nuestra medición arrojó 9 km/l en dicho trayecto, cifra que al final total de la prueba coincidió con la computadora del SUV. Sorpresivo y algo bajo, sí, pero un tanto relativo con la distancia recorrida y las exigencias a las que sometimos, íbamos siempre a buen ritmo.
En general, Volkswagen T-Cross ha evolucionado idealmente. Mecánicamente, los resultados fueron los esperados.